miércoles, 3 de octubre de 2012

Jack White se desquita con rock pero sin hablar al público

El músico regresa al Radio City Music Hall, el mismo escenario que la noche anterior había abandonado cabreado, y toca 21 canciones en 85 minutos. Eso sí, sin decir una palabra a la multitud.

Jack White se desquita con rock pero sin hablar al público
Jack White actuando en el Radio City Music Hall de New York. FOTO: Joe Papeo

La noche después de su sorprendente espectáculo de 55 minutos en Radio City Music Hall de New York, Jack White regresó al mismo lugar, para tocar 21 canciones en unos 85 minutos, sin apenas decir una palabra a la multitud.

El sábado White dio un concierto de 12 canciones con su banda masculina, y se marchó del escenario sin hacer bises. "Dios Santo, ¿Estamos en una convención republicana?", llegó a decir al público. Cuando abandonó el escenario, el público permaneció quieto durante unos minutos y hasta se arrancó con el tema Seven Nation Army. Un grito de esperanza que degeneró en abucheos cuando cayó el telón. Según publicó el diario New York Observer, el origen del desaire del músico no era otro que su descontento con el sonido.
 
White aún no ha hecho ninguna declaración sobre el tema, pero el domingo [en su segunda cita en el Music Hall], parecía estar de mejor humor que el día anterior. Sobre las 21.10 horas, salió con su banda femenina, The Peacocks, arrancando con el tema nuevo Missing Pieces y gesticulando en varias ocasiones, para el equipo de sonido le subiera el volumen del micrófono. Cuando llegó a la cuarta canción, Hotel Yorba, ya parecía satisfecho, con la multitud entregada cantando. Después hizo una épica interpretación extendida y en acústico del tema de Raconteurs, Top Yourself, para continúar con una versión de Maggie's Farm. Y siguió con una aplastante ejecución de Cannon/John the Revelator, de los White Stripes, y Screwdriver.

White a menudo se paseaba por el escenario entre canción y canción, decidiendo qué instrumento coger, aportando al espectáculo ese elemento de peligro que él dice siempre se esfuerza por alcanzar, mientras la multitud rugía con fuerza, con el claro objetivo de mantener al músico en el escenario. Tocó una nueva versión de We're Going To Be Friends, con un violín muy marcado, que la audiencia al completo acompañó con palmas.
 
Acto seguido, comenzó el riff de Dead Laves and The Dirty Ground al piano, justo antes de cambiar a una versión completa de Papa Was a Rascal de James Booker's R&B. Retomó el tema Dead Leaves…, aunque en esta ocasión el aplastante riff lo interpretó con la guitarra.

Cuando el guitarrista abandonó el escenario después de Ball and Biscuit, la misma canción con la que terminó con la noche anterior, la multitud estalló en un rugido ensordecedor, decidido a escuchar más. Esta vez, White volvió a salir y remató la noche con un bis de cuatro canciones entre las que se encontraban Sixteen Saltines y Seven Nation Army, antes de terminar con el clásico folk Goodnight, Irene.

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