domingo, 14 de enero de 2024

Stewart Copeland supo instantáneamente que Sting sería su 'boleto de comida'

Fuente: ultimateclassicrock.com 

El bajista tenía "carisma saliendo de cada poro" la primera vez que Copeland lo vio.

Stewart Copeland recordó el momento en que vio a Sting por primera vez y admitió que instantáneamente se dio cuenta de que el bajista sería su “boleto de comida”.

Era 1976 y Copeland tenía una noche libre con su banda de entonces, Curved Air. El baterista contactó al periodista Phil Sutcliffe para ver si había algún concierto que valiera la pena ver.

“Sutcliffe nos llevó a ver la banda local de jazz cool que se llamaba Last Exit”, recordó Copeland durante una aparición en The Bob Lefsetz Podcast. "Y tenían un bajista de aspecto bastante útil".

Copeland ya había estado planeando separarse de Curved Air para formar su propia banda, y estaba buscando músicos talentosos que pudieran unirse a él. Específicamente, necesitaba un bajista y alguien que pudiera cantar, algo que vio hacer a Sting en Last Exit.

“Pero mejor que todo eso fue el carisma obvio del tipo”, señaló Copeland, “sólo ese carisma que brotaba de cada poro. Y miré a ese tipo y dije: 'Ahora hay un boleto de comida'”.

Copeland pronto convenció a Sutcliffe (o, más específicamente, a la novia de Sutcliffe) para que le diera el número de teléfono de Sting.

Las dos palabras que Sting le dijo a Stewart Copeland en su primera llamada

Días después, Copeland llamó a Sting para hacer su propuesta. El baterista fue claro: sólo quería a Sting, no al resto de la banda, y trató de cortejar al bajista con promesas de sesiones de fotos, conciertos y éxito.

“Sigue hablando”, fue la respuesta de dos palabras de Sting, suficiente para que el entusiasmo de Copeland aumentara aún más.

“Así que seguí hablando y agaché sus oídos con mis grandiosos planes y mi convincente certeza”, recordó el baterista.

Semanas más tarde, Sting llegó al apartamento de Copeland en Londres para tocar.

“Él se acerca, le pongo un bajo en la mano, me pongo detrás de la batería y comenzamos a tocar”, recordó Copeland, notando su química instantánea. “Y, oh Dios mío, nos elevamos, nos lanzamos hacia las galaxias exteriores. Cavamos profundamente en las entrañas de la tierra. Avanzamos como un ejército invasor. Fuimos rastreados y retirados hacia una conmoción sutil, sutil. Y como en todos los lugares a los que vamos, es genial y genial, y estamos atrapados en el ritmo. Es el santo grial de toda interpretación en conjunto, que se llama bolsillo. Teníamos un bolsillo”.

La electrizante sesión improvisada convenció a Copeland de que había encontrado a su nuevo compañero de banda.

“Este tipo es un completo extraño. Es un completo desconocido que está en mi casa y estamos tocando material genial”, declaró el baterista. "Sabíamos que estábamos en la empresa adecuada".

The Bob Lefsetz Podcast, Stewart Coppeland: https://open.spotify.com/episode/0fB4ZMSlXmB3DgY6UXxsA5?si=f5c7cdc42dff4538

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