El exbajista de The Police y la estrella jamaiquina lanzaron la canción 'Don’t Make Me Wait'
Fuente: Rolling Stone
“Por lo que hemos escuchado, todos están sorprendidos por esta colaboración”, le contó Sting a ROLLING STONE.
Shaggy y Sting sorprendieron a sus fanáticos con una colaboración inesperada. Se trata de 'Don’t Make Me Wait', el primer adelanto del álbum '44/876', que lanzarán el 20 de abril, y en el que han estado trabajando los últimos meses en Manhattan, donde la estrella caribeña suele grabar y donde vive el exbajista de The Police. El disco, al igual que la primera canción que se conoció, está lleno de sonidos caribeños. “Lo más importante para mí, en la música, es la sorpresa. Y, por lo que hemos escuchado, todos están sorprendidos por esta colaboración”, le contó Sting a ROLLING STONE, hace unas semanas, en los estudios Sear Sound de Nueva York.
Y aunque parecen salidos de dos planetas diferentes, hacen una gran pareja en el estudio. Shaggy toma una botella de Ting, una bebida jamaiquina de uva, y le dice a Sting: “¿Te acuerdas cuando te hablé de esto? Tenemos que conseguir algo para mezclarlo”. Los dos se ríen y el bajista británico le pregunta si ya vio las letras que le mandó en la mañana. “Sí, me gustó mucho la primera porque dice de donde soy”, responde Shaggy. “Estaba viendo cómo hacer eso, meter algo de mi país, aunque es mejor si tú lo dices”. Pero la relación entre Jamaica y el Reino Unido tiene una larga historia musical. Muchos músicos británicos, incluyendo a Sting, han estado influenciados por el reggae y el ska. “Siempre me ha llamado la atención la isla”, confiesa. “Acepto que tiene una magia que no se puede explicar”.
La mayoría de personas que participan en '44/876' son jamaiquinas: el compositor Taranchyla, el productor Sting International y la leyenda del reggae Robbie Shakespeare, que todavía no ha llegado al estudio. “Mañana tendremos un bajista de verdad”, dice Sting y se ríe.
A los dos los unió Martin Kierszenbaum, quien fue representante de Shaggy en los 90 y ahora es el mánager de Sting. Kierszenbaum le envió a la leyenda británica una versión de 'Don’t Make Me Wait' y quedó encantado. Salió de Malibú y sorprendió a Shaggy en el estudio. “Simplemente dije, ‘Hasta donde sé, eso suena como un éxito’”, recuerda Sting. “Canté el coro y luego intentamos encontrar algo más, así que hicimos un verso juntos”.
Shaggy ya se sentía bien con la canción, pero el espaldarazo fue gigantesco para él. “Cuando firmó, pensé, ‘¡Mierda, tenía razón!’ El dios…”, dice señalando a Sting, “dice que es un éxito”.
Desde la primera sesión, el dúo ha escrito todo un LP en el estudio con canciones que van desde la balada reggae '22nd Street', hasta el sonido ochentero en 'Waiting for the Break of Day', que parece salido del disco 'The Dream of the Blue Turtles', el primer álbum solista de Sting, lanzado en 1985. 'Dreaming in the U.S.A.' parece The Police mezclado con Motown y 'Morning is Coming' es una respuesta a las circunstancias que rodearon la grabación. “Este es el disco que el mundo necesita en este momento”, dice Shaggy. Y Sting complementa la idea, “La pasamos bien, pero en esta situación política, en lugar de ser deprimentes queremos mejorar lo que hemos hecho”.
Más allá de la música, ambos se han vuelto amigos. La noche anterior, Shaggy fue al estreno de 'Freak Show', la película dirigida por Trudie Styler, la esposa de Sting. Y la semana pasada, Sting fue a Kingston para tocar 'Don’t Make Me Wait' en un concierto benéfico organizado por el jamaiquino. Pasaron todo el día viajando por la ciudad y grabando un video. “¿Este tipo?”, cuenta el bajista. “Es el papa de Jamaica”.
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