Fuente: Rolling Stone
El debut de la banda de Arkansas se dio entre la frustración, la confusión y la gloria, pero continúa siendo una pieza fundamental para entender el movimiento del metal de los 2000.
La llegada del nuevo milenio tiene unos sonidos muy específicos pues mientras Britney Spears y Kylie Minogue emanaban brillo a través de su pop chic, el nu metal y el skate punk se abrían paso con la ayuda de agrupaciones como Korn y Blink-182. El ambiente pretendía pasar por futurista, pero la realidad es que entre tanto gel y pantalones anchos, la música más pesada se había quedado atrás en términos de género. Para ese entonces, parecía que las mujeres únicamente tenían cabida en el pop y que el metal era asunto de hombres, pero en 2003 una Amy Lee de 21 años y su agrupación Evanescence emergerían del underground para cambiar las reglas del juego.
A mediados de los 90, Lee conoció a Ben Moody en un campamento cristiano en Little Rock, Arkansas, en donde comenzaron a compartir su gusto por la música. Ambos adolescentes solían reunirse en el garaje de Lee para sus sesiones de improvisación, pero con el tiempo el proyecto de formar una banda fue agarrando cada vez más fuerza. Inicialmente, una prematura Childish Intentions o Stricken se presentaba cada ciertos meses en cafeterías o librerías de la ciudad, cambiando de nombre cada vez que surgía una nueva oportunidad de presentarse. “Tuvimos varias ideas para el nombre porque cada vez que surgía una presentación, decíamos, ‘¿Cómo nos llamamos? No lo sé, inventemos algo nuevo”, le contó la frontwoman a Loudwire en 2021. No lograban decidirse puesto que todas las palabras con las que experimentaban les recordaban otras cosas, hasta que encontraron el término “evanescence” en el diccionario.
Durante sus primeros años compusieron y grabaron varios demos que sonaron en emisoras locales y para 1998 ya tenían su primer EP autotitulado. Con la adición de David Hodges en el teclado y los coros, llegaron los EP 'Sound Asleep', 'Mystary' y 'Origin', más todo continuaba siendo muy amateur. Al final, uno de estos discos dio a parar a los oídos de Diana Meltzer, una de las dueñas y A&R de Wind-Up Records, quien quedó maravillada al escuchar una de las versiones de ‘My Immortal’. “Nunca había visto a [Amy], solo escuché una cinta suya cantándola y la firmé al siguiente día”, recordó la empresaria en 2011.
My Immortal (Band Version): https://youtu.be/swvjAqCELis
Una vez en Los Ángeles, el sello puso sus esfuerzos en mejorar la técnica de los músicos, así como la presencia escénica de Lee, quien sufría de pánico escénico. Para 2002, Hodges había salido de la banda pero todo estaba listo para comenzar la grabación de su álbum debut que sería producido por Dave Fortman, guitarrista de Ugly Kid Joe. La formación ahora estaba conformada por Lee, Moody, John LeCompt, Will Boyd y Rocky Gray. Sin embargo, las ilusiones del grupo se disiparon una vez la disquera les impuso la condición de que para publicar 'Fallen', debían contratar a un vocalista masculino que les ayudara a replicar la fórmula del éxito de Linkin Park y Limp Bizkit. A Lee no le agradó la idea, de modo que Evanescence empacó sus maletas y regresó a casa.
“Tuve que pelear muy duro y tuvimos que dejar California pensando que no íbamos a hacer nada”, relató la cantante en 2021. “Nos devolvimos a Arkansas con lágrimas en los ojos sabiendo que no iba a funcionar porque nos habíamos negado a hacer audiciones para añadir un rapero a la banda. Eso habría sido horrible”. Las cartas del destino jugaron a su favor y, una vez en Little Rock, recibieron una llamada de Wind-Up en la que les ofrecieron continuar con la grabación del disco al surgir una oportunidad de participar en una película. Eso sí, tenían que aceptar grabar el sencillo principal con un rapero.
Fue así como ‘Bring Me to Life’ se grabó junto a Paul McCoy de 12 Stones y fue incluida en la banda sonora de 'Daredevil' (2003), al igual que ‘My Immortal’. Por años, el hecho de que la canción que les disparó hacia el éxito tuviera versos de rap molestó a Lee, ya que en ese entonces temía que la gente se llevara una idea errónea de lo que era Evanescence. Para ella, ‘Going Under’ tuvo que haber sido su sencillo debut, aunque al final el público fue receptivo con los demás tracks de 'Fallen'. “Estoy muy agradecida con la forma en que resultaron las cosas”, afirmó en una entrevista con Music Week en 2020. “Ahora lo entiendo, pero por mucho tiempo tuvimos que trabajar mucho más allá de ‘Bring Me to Life’ para mostrar lo que éramos”. (En sus conciertos, la banda interpreta la canción sin el rap, aunque el público ayuda con aquellos versos).
Evanescence - Going Under: https://youtu.be/CdhqVtpR2ts
'Fallen' tuvo un acogimiento extraordinario, llegando a permanecer en los primeros lugares de listados musicales mundiales y a ser uno de los 10 álbumes más vendidos de 2003 según Billboard. Se presume que parte de ese éxito tuvo que ver con que su música fuera confundida con música cristiana, particularmente por contener versos como, “Sin un alma, mi espíritu descansa en un lugar frío hasta que lo encuentres y lo lleves de regreso a casa”. Graciosamente, también llegó a ser uno de los discos más vendidos entre la comunidad cristiana.
En una charla con Rolling Stone ese mismo año, Lee sostuvo: “Nuestro álbum está en los puestos más altos en listas cristianas y nos preguntamos, ‘¿Qué carajos estamos haciendo allí?’”. Fueron muchas las aclaraciones que tuvo que hacer el grupo para desligarse de aquella etiqueta, aún cuando muchas de sus letras abordaban temáticas que para esa época eran dignas de censura y escándalo como el sexo, las drogas y el suicidio.
Ya habían pasado meses desde el lanzamiento y la controversia, pero la agitación continuó cuando las diferencias, tanto personales como creativas, entre Moody y el resto de la banda hicieron imposible seguir construyendo un camino juntos. “Intenté convencer a Amy de que tenía que irse de la banda por pura ignorancia y resentimiento. Le dije que estaríamos mejor sin ella y que no la necesitábamos”, reveló el guitarrista en una página web de fanáticos de la agrupación hace más de una década, donde también le pidió disculpas públicas a su excompañera. “Si llegas a ver esto, espero que nunca hayas creído lo que dije. No había manera en que hubiera dejado que alguien más cantara tus letras”. Así fue como en medio de la gira promocional de 'Fallen', Terry Balsamo asumió el papel de guitarrista que mantuvo hasta 2015. Evanescence continuó con el tour por Estados Unidos, Australia, Japón y varios países de Europa, y para 2004 se había llevado a casa los Premios Grammy a Mejor artista nuevo y Mejor interpretación de hard rock por ‘Bring Me To Life’.
Evanescence ya había establecido un nombre en el metal, ganando adeptos y adeptas alrededor del globo gracias al liderazgo de Amy Lee, la estética gótica y el estilo musical que no es encasillaba en un solo subgénero. También, la presencia de Lee en la escena impactaría a una nueva generación de mujeres vocalistas e instrumentistas que verían posible una carrera en la música inspirándose en ella, al igual que en otras artistas como Simone Simmons de Epica, Tarja Turunen de Nightwish y Sharon den Adel de Within Temptation.
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