sábado, 20 de junio de 2020

Bob Dylan nos regaló el álbum más oportuno de todos: 'Rough and Rowdy Ways'

Fuente: Rolling Stone

Bob Dylan a sus 79 años, el cantante sigue retando esos misterios de los que nadie más habla en la música,  sigue sorprendiendo a la industria con acercamientos y predicciones creativas.


Otro apocalipsis; otra cara de Bob Dylan, quien de verdad sabe cómo escoger sus momentos. Dylan ha desplegado su obra de manera brillante, a mediados de un año con protestas multitudinarias en las calles, una pandemia y una crisis sanitaria mundial. 'Rough and Rowdy Days' son sus primeras canciones nuevas desde hace ocho años, y el compilado es un clásico instantáneo. Tiene la majestuosidad lúgubre de otros LPs como 'Modern Times' y 'Tempest', pero aun así va más allá, adentrándose en misterios que nadie más toca en la música. 

NUESTRO RECOMENDADO PARA ESCUCHAR, El Siglo Coahuila

Se puede escuchar el crujido de su voz, a sus 79 años, mientras canta en uno de los momentos más conmovedores de 'Mother of Muses'. Pero Dylan no da ni una palabra de consolación; solo gira alrededor de esas historias con frialdad e ironía. Su primera muestra fue su épica 'Murder Most Foul' (de 17 minutos), la cual lanzó a medianoche a finales de marzo, unas semanas antes de la propagación del COVID-19. El sencillo da un primer aviso del concepto y la esencia detrás del álbum: una alucinación en forma de rocola de la historia estadounidense. A lo largo de 'Rough and Rowdy Ways', Dylan mezcla el blues de Chicago, el gangueo de Nashville y el rock & roll de Memphis. Su voz suena maravillosamente ligera y delicada, sea prediciendo una maldición o haciendo chistes sobre Al Pacino y Marlon Brando. 

Dylan logra perfeccionar el rugido de 'Tempest', pero suena mucho más cómodo y elegante, sin esfuerzos. En los blues más crudos, como 'Goodbye Jimmy Reed', 'False Prophet' y 'Beyond the Rubicon', atropella con fuerza y es un maestro del humor; y en baladas como 'Key West (Philosopher Pirate)' es lo más calmado posible. Sus últimos discos fueron covers inspirados en cantantes como Frank Sinatra, y eran muy agradables, en sus propios términos. Pero en retrospectiva, parece como si estuviera usando esos álbumes como talleres vocales, intentando descifrar cómo sorprender con una voz más jodida, y nueva. Ahora nos está demostrando lo feroz y tierna que puede sonar tras 60 años de polvo de carretera en sus pulmones. 


En gran parte del álbum habla de tiempos difíciles, retratando criminales, gánsteres, pecadores y vagabundos. 'My Own Version Of You' es una fantasía Frankenstein con Dylan actuando como un científico loco y creando en su laboratorio una criatura con diferentes partes de cuerpo robadas. En la siniestra 'Crossing the Rubicon' ataca y extraña a Dios y recita unos oh god que llegan a lo más profundo de los huesos. 

'Key West (Philosopher Pirate)' es lo más destacado dentro de lo destacado: una conmovedora canción de nueve minutos en acordeón sobre un hombre desesperado que viaja a Florida para dar su última batalla, con solo su radio como un recordatorio de la vida que dejó atrás. Su 'Key West' es un paraíso tóxico, donde “las orquídeas y los árboles pueden contagiarte” de enfermedades al corazón. 

'Murder Most Foul' cierra el álbum con un boom; la canción es poderosa por sí sola, pero su final es una sentencia más fuerte. El título viene de Hamlet, en un álbum donde Dylan suelta referencias a Richard III, Julius Caesar y Macbeth, tres obras de Shakespeare. En 'Murder Most Foul', Dylan habla sobre el asesinato de John F. Kennedy, pero el contexto histórico es la clave para que la canción apunte a un espectro mucho más amplio. JFK es solo un héroe mítico del folk que lo inspiró a sacar una nueva historia, y lo usa como un punto de partida para hablar de la memoria, la cultura y la música. Dylan termina la canción con un homenaje a varias leyendas: John Lee Hooker, Stevie Nicks, Thelonius Monk y Bud Powell, entre otros. También le envía un saludo a su ídolo de rock & roll Little Richard, un elogio oportuno y accidental. Además, es una canción que nos recuerda que la música es un consuelo, sobre todo para tiempos tan confusos y agitados. 

Mientras Dylan llega a sus 80 años, su vitalidad creativa se mantiene viva. No se queda en un lugar por mucho tiempo, pero se niega a dejar en paz su legado como una leyenda y sigue sumando clásicos a su repertorio. En 'Rough and Rowdy Days', el legendario cantante explora un terreno que nadie más ha tocado, y sigue sacando provecho de su imaginación sobre el futuro. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario