Fuente: Rolling Stone
Fotógrafo, productor, autor, músico y filántropo; Julian Lennon no se conforma con vivir a la sombra de su padre y lleva décadas abriéndose caminos en los que sabe brillar por sí solo.
Debe ser difícil, en muchos aspectos, ser el hijo de John Lennon; la responsabilidad deber se abrumadora, aunque venga acompañada por un montón de privilegios. De cualquier modo, Julian Lennon parece cómodo en el lugar que le ha tocado y que él mismo ha construido durante tantos años. Después de mucho tiempo, ha vuelto a presentarnos algunas canciones, adelantos de 'Jude', el álbum que lanzará en algún momento de este 2022. La última vez que tuvimos un disco suyo fue en 2011, cuando lanzó 'Everything Changes'.
Esta entrevista, como casi todas, empezó con una pregunta que nunca se publica, pero la respuesta fue mucho más de lo esperado:
¿Cómo estás?
¡Vivo! [Risas] Siempre ocupado. Tengo un problema y es que no me puedo quedar quieto, no soy de las personas que logran hacerlo. Quizá me puedo sentar en una playa por media hora, quizá; soy un creador, siempre lo he sido. Si no estoy haciendo música, estoy haciendo fotografía, si no estoy haciendo fotos, estoy haciendo películas independientes, ambientalistas, libros para niños, la lista sigue y sigue. También está mi fundación, 'The White Feather Foundation'. Nunca termina, no sé lo que es un fin de semana. Pero no me molesta, creo que si me detengo, probablemente me caería, así que sigo adelante como un…
Como un tiburón, que no puede dejar de nadar.
No sé si un tiburón, sería más como una ballena. Solo sigo y sigo andando, porque, ¿cuál es el punto de vivir sin un propósito? Si yo me siento capaz de hacer música, entonces la haré, si me siento capaz de hacer todas estas otras cosas y de ser multifacético, lo intentaré. A veces es demasiado, pero al final del día, siempre intentaré salir adelante. Así que ya ves, no me doy por vencido, como puedes ver, sigo aquí después de 30 años en todo esto.
Julian, ha pasado bastante tiempo desde tu último lanzamiento oficial, ¿la guerra apresuró la aparición de esta nueva música?
No, la guerra no tuvo nada que ver. De hecho, la guerra fue tan violenta que invadió mi tiempo y espacio en el mundo de la música. Me refiero a que el álbum ya estaba en proceso desde hace cuatro o cinco años atrás. ‘Every Little Moment’ y alguna otra canción en el álbum fueron grabadas hace 30 años en mi estudio casero en Los Ángeles. Siempre me había gustado ‘Every Little Moment’, pero nunca parecía encontrar su lugar en un álbum, no encajaba, entonces, lo que haces en una situación así es guardarla en una caja y esperar quizá redescubrirla 30 años después [Risas].
La encontré 30 años después y pensé, “Dios, ya recuerdo, me encanta esta canción”. Pero necesitaba algunas actualizaciones en la producción, hay una nueva batería, nuevo teclado y voces en el coro, el resto sí es del tema original. Lo que es increíble es que –no quiero ser vanidoso– hay canciones de hace 30 años que siguen siendo relevantes hoy, eso es muy loco, especialmente cuando estás hablando sobre guerra.
Siempre he dicho que nunca aprendemos. Por favor, ¿qué les pasa? ¿No quieren paz? ¿No podemos encontrar un equilibrio? Obviamente es una situación horrible y con 24 horas de noticias constantemente en las cadenas del mundo… Claro, es importante saber lo que está pasando, pero puede ser abrumador, es depresivo y agotador pensar que esto sigue pasando, que la gente sigue sufriendo desesperadamente, ver a las familias, a las mujeres, a los niños, es muy desgarrador. Y sé que probablemente vas a preguntar por ‘Imagine’, porque pensé que si podía hacer algo para llamar la atención hacia el conflicto en Ucrania, esa sería la única manera de hacerlo, pero no quiero adelantarme a tus preguntas…
De hecho, iba a preguntarte por lo que dijiste acerca de aprender, que nunca aprendemos, pero fotografiaste a los kogi en Colombia hace unos 8 años, ¿qué aprendiste de ellos?
He escrito reportajes e historias sobre esto porque tuvieron un gran impacto en mí. En el mundo en el que vivimos siempre somos empujados a hacer cosas constantemente, siempre estamos rodeados de tecnología, no pasa un día sin que yo esté sentado aquí haciendo esto durante unas horas y luego trabajando en otros proyectos artísticos, también en la computadora. Por eso, cuando subí a las montañas y me encontré con los kogi fue increíble volver a la naturaleza de esa manera, fue increíble ver que estos pueblos indígenas aún pueden sobrevivir en medio de las circunstancias del mundo actual. Por cosas así comenzó la 'White Feather Foundation', por haber conocido a las tribus indígenas en Australia y haber oído la historia de cómo el gobierno les quitó sus tierras para hacer pruebas nucleares, y también lo de los kogi…
Hubo una película que mi director y yo hicimos, sobre todo él, en donde reunimos a los ancianos de 18 pueblos indígenas de todo el mundo, se llama 'The Gathering'. Es una película independiente pequeña, en donde todos los ancianos se reunieron a dar sus testimonios, a hablar sobre la forma en que respetan a la Madre Tierra, porque esta es la única manera de avanzar, la naturaleza siempre sobrevivirá, nosotros vamos a ser los que estemos en problemas.
También debo decir que una noche en particular con los kogi se convirtió en una de las más preciadas de mi vida. Pasamos dos o tres días en las montañas con ellos, la 'White Feather Foundation', el Equipo de Conservación del Amazonas y otra organización, recaudaron dinero para comprar la tierra original de los kogi junto al agua. Hubo ceremonias muy emotivas en las que nos sentamos en un círculo alrededor de una fogata, y cada uno tenía que ir al centro y sacar toda la tristeza, dolor, agresividad y todo lo demás que sintiera, dejándolo en el fuego. Luego, al volver, debías poner toda la buena voluntad, alegría, felicidad que vemos en el mundo, la libertad y el amor también, y haces lo mismo. Realmente fue una experiencia de humildad.
Sin embargo, lo que más me cautivó –entiendo muy poco español, y realmente no podíamos comunicarnos, porque su lenguaje es un poco diferente– fue que un día, al atardecer, bajamos con la tribu y nos sentamos en la playa, en un tronco grande y viejo había una fogata, el sol se ocultó rápido y simplemente estábamos sentados, sin teléfonos, sin computadores, solo una cámara. No había nadie más en la playa, nadie, solo se podía escuchar la brisa y el viento moviendo los árboles, las palmeras, las olas chocando contra la costa. El sol se puso y todas las estrellas iluminaron el cielo, a veces solo nos mirábamos entre nosotros y sonreíamos, era puro amor, paz, agradecimiento, respeto, a todo nivel, no solo hacia ellos, sino hacia la Madre Naturaleza, al hecho de existir y tener la capacidad de hacer cosas increíbles.
Me fui pensando que, nuevamente, el amor es lo más importante, el amor, el respeto y el honor, el hecho de cuidar a las criaturas que viven con nosotros, a nuestro prójimo. He intentado apegarme a eso tanto como puedo, por mi propia cordura y tranquilidad. Ese es un momento que siempre llevo conmigo, nunca lo olvidaré, y siempre cuento la historia. Es algo que quisiera repetir, espero tener la oportunidad de hacerlo el próximo año, si el mundo es lo suficientemente seguro en un año, si todavía estamos aquí [Risas]. Fue un momento mágico.
Julian, ¿cómo terminaste trabajando con Nuno Bettencourt? Creo que es uno de los mejores guitarristas del mundo.
Es increíble y también es un pianista de formación clásica. Cuando lo visité en su casa en Los Ángeles, yo estaba mirando por la ventana y escuché una melodía hermosa en el piano, y pensé: “Mierda, es él”, ¡todo lo toca tan bien! También es buen cantante. Nos conocimos porque tengo nueva mánager, yo fui mi propio mánager durante 20 años y estaba a punto de renunciar a muchas cosas, no me iba a jubilar, pero sí a trabajar en proyectos privados. En fin, Rebecca Warfield y yo nos conectamos, tenemos una gran relación de trabajo, y Nuno es amigo de ella, ya habían trabajado juntos antes, y yo me lo había encontrado un par de veces.
Cuando surgió la oferta de ‘Karma Police’ para beneficencia, me contactó, y en medio de la pandemia, ¿qué más podía hacer? Así que trabajamos juntos, intentamos otras canciones, pero siempre me ha gustado ‘Karma Police’, pensé que le podía hacer justicia y la hicimos a larga distancia. Sonaba increíble, pero necesitábamos un video, yo hice el primero y luego él copió la iluminación, las sombras, el contraste alto. Fue muy sencillo y cómodo trabajar juntos, a mí me encantan las cosas que se dan orgánicamente, creo que si presionas las cosas en la dirección equivocada o te esfuerzas demasiado, no funciona, a mí nunca me ha funcionado, tiene que ser una relación que fluya.
Cuando decidí hacer ‘Imagine’, la primera persona en la que pensé… porque al decir que sí, quedé petrificado, me daba ansiedad pensar: “Dios, realmente tengo que hacerlo. ¿Cómo lo voy a hacer para que sea honesto, honorable y respetuoso de todo lo que vino antes?”. Pero tenía que darle mi toque, y lo primero que se me ocurrió fue hacerlo con una guitarra acústica, ¿y quién podría hacerlo de inmediato conmigo?
Desde ese sábado en el que tomé la decisión hasta el siguiente martes, grabamos en su estudio, Nuno ni siquiera la había ensayado en la guitarra, la cantamos como dos veces y la grabamos. Y lo mismo con el video, lo hicimos en un estudio grande y antiguo, no estaba seguro de la iluminación, pero al final hicimos que todo estuviera rodeado por las velas. No hubo producción, solo éramos los dos siendo honestos, sencillos, crudos, no hay ninguna distracción, escuchas lo que digo, canté lo mejor y más natural que pude. Al comienzo tenía mucho miedo, pero cuando la escuché, dije, “Ok, puedo vivir con eso” [Risas].
Después me sorprendió la respuesta, por esa reacción tenía que lanzarla, y hemos estado trabajando en los detalles de cómo estrenarla como sencillo y que todas las ganancias vayan a los refugiados de Ucrania. Así que, no sabía que todo esto pasaría al lanzar el álbum, los singles y todo eso, ha sido como un remolino; primero con ‘Imagine’ y luego con mi regreso a la música, bueno, no regreso, pero sí un disco nuevo, sencillos nuevos, y todo el mismo día. 10 u 11 años después de mi último proyecto. Nadie se lo imaginó.
¿Crees que tu papá está orgulloso de esa interpretación?
Totalmente, sin duda alguna. Porque en mi corazón siento que es lo correcto, soy su sangre, soy su hijo, sabría si está bien o mal, y siento que le he hecho justicia, al igual que todos los involucrados en el proceso. Como te dije, me ha sorprendido muchísimo la respuesta, y por eso es que la sacaré como sencillo, tenemos que recaudar dinero para Ucrania y los refugiados de todo el mundo. Para eso es la canción, de eso se trata, y a mí me parece correcto, siento que es lo correcto, y todo lo que puedo hacer es cruzar los dedos y esperar que esto ayude a tantas personas como sea humanamente posible.
Julian Lennon Performs 'IMAGINE' for Global Citizen's Stand Up For Ukraine w/Nuno Bettencourt: https://youtu.be/NicWjYMPDG0
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