Motörhead, Starsailor, Deep Purple y otros ejemplos de grupos que acudieron a su colección de discos a la hora de bautizar sus proyectos.
Fuente: Rolling Stone
Death Cab for Cutie. La banda liderada por Ben Gibbard tomó prestado su nombre del tema homónimo de Bonzo Dog Doo-Dah Band, un colectivo británico de pop, psicodelia y humor surrealista de fines de los sesenta. El tema en cuestión, una parodia a la manera de cantar de Elvis, tuvo cierta notoriedad a partir del cameo de la banda en la película Magical Mistery Tour. ¿Quién hubiera dicho que Gibbard tenía tanto sentido del humor?
The Rolling Stones. En sus comienzos, Jagger, Richards y compañía tenían una declarada devoción por el blues de raíz. No por nada, a la hora de elegir cómo llamar a la banda en la que se desempañaba como guitarrista, Brian Jones propuso The Rollin' Stones, en homenaje a uno de sus ídolos, Muddy Waters. Sus compañeros aceptaron gustosos la sugerencia aunque, bajo la insistencia de su manager, Andrew Loog Oldham, reemplazaron el apóstrofe por la g correspondiente.
Motörhead. Antes de pasar al frente de uno de los trios más rabiosos del hard rock, durante tres años Lemmy Kilmister se desempeñó como bajista del grupo de space rock Hawkwind, del que lo echaron en 1975 "por consumir las drogas equivocadas", según él mismo afirmó. Al irse, se llevó consigo uno de los pocos temas que había escrito para la banda, cuyo título remite a una jerga estadounidense para referirse a los adictos tanto a la velocidad como a las metanfetaminas. Para hacerla completa, Lemmy no sólo se llevó el nombre, sino que también lo lanzó como single del debut homónimo de su nuevo grupo. O sea: "Motörhead" de Motörhead fue el primer corte de Motörhead.
Radiohead. La banda de Thom Yorke transitó los primeros años de los 90 en la escena indie de su Oxford natal bajo el nombre de On a Friday. El grupo creció a pasos agigantados y, en poco tiempo, pasó a ser uno de los fichajes más prometedores en su momento. Así fue cómo de un momento al otro terminó llegando a sus manos la posibilidad de firmar contrato con EMI, en tanto y en cuanto buscasen otra manera de llamarse. Para no dejar pasar el tren, la banda echó mano a un tema del séptimo disco de Talking Heads y el resto fue historia.
Starsailor. Una de las bandas que prometía renovar la escena británica con el cambio de siglo, pero cuyas intenciones se quedaron a mitad de camino disco tras otro. James Walsh y los suyos buscaban cómo reemplazar el nombre de su proyecto, Waterface. El cantante y guitarrista era fanático de Jeff Buckley, pero en vez de acudir a su ídolo, buscó un poco más atrás y encontró la solución en el tema (y el disco homónimo) de papá Tim.
The Sisters of Mercy. ¿Puede un trovador canadiense influenciar a un grupo gótico inglés? Aparentemente sí. La banda de Leeds tenía como fetiche el western de Robert AltmanMcCabe & Mrs Miller, en cuya banda de sonido figuran varias de las canciones del álbum debut de Leonard Cohen, así que todo fue cuestión de elegir una en particular.
Spoon. El proyecto comandado por Britt Daniel y Jim Eno hacer algo bastante repetido a la hora de bautizarse: buscar entre sus discos de cabecera. Así fue como llegaron a lo más cercano a un hit que tuvo la banda alemana Can, con el tema insignia de su disco Ege Bamyasi, de 1972.
Dali's Car. Poco después de la combustión interna de Bauhaus, el vocalista Peter Murphy unió fuerzas con el polinstrumentista Mick Karn, que venía de ocho años de hacerse cargo del bajo en Japan. La música del dúo era ambiciosa, oscura y enrevesada, por lo que no sorprendió a nadie que eligiese llamarse como un instrumental abstracto de menos de un minuto y medio de Captain Beefheart, del disco Trout Mask Replica.
Kashmir. La banda danesa de indie rock empezó a tocar en 1991 haciéndose llamar Nirvana, hasta que al poco tiempo se enteraron que del otro lado del océano había un tal Kurt Cobain con un grupo que tenía el mismo nombre. Ante este pequeño inconveniente, Kasper Eistrup y sus compañeros fueron a lo seguro y echaron mano a uno de los temas clave de Physical Graffiti de Led Zeppelin.
Deep Purple. En 1967, el baterista Chris Curtis empezó a reclutar músicos para formar un grupo llamado Roundabout, y a su llamado respondieron Jon Lord y Ritchie Blackmore. Al poco tiempo, el batero se cansó de su propio proyecto y los dejó en banda, pero el tecladista y el guitarrista siguieron adelante buscando cómo completar su plantel. Una vez que tuvo su primera formación lista, Blackmore eligió reemplazar el nombre por el de una pieza de jazz de la década del 30, que además era la canción favorita de su abuela. Un tierno, Ritchie.
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