domingo, 30 de junio de 2019

Cinco genios musicales que abrieron las puertas para la comunidad LGBTI

Fuente: Rolling Stone

A través de la música se ha hecho que cualquier identidad de género sea vista de otra forma en la sociedad.

<p>Íconos europeos y latinoamericanos han dejado una huella para el orgullo gay.</p>

La idea de una superestrella musical queer ya ha sido aceptada. En los últimos años hemos visto a los músicos hablar abiertamente sobre su homosexualidad, las relaciones con parejas del mismo sexo, las luchas de los rockeros transexuales y la pansexualidad. Los fanáticos adoran a Elton John, Melissa Etheridge y Ricky Martin, pero en los últimos 50 años ha habido una lucha para que los artistas LGBTI puedan vivir sin pena ni persecuciones. Algunos se han convertido en figuras de culto, mientras que otros se han quedado en la oscuridad y, a veces, en el olvido. Pero todos sus esfuerzos importan. Aquí recordamos y celebramos a algunos pioneros que puede que no estén en el radar de todos, pero que ayudaron a forjar una visión e influenciaron a cientos de personas al mantenerse fieles a sus pensamientos.

Rob Halford
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El cantante de Judas Priest se acerca más a ser el rey del pogo, que a ser un cantante de rock. Rob Halford llevó a la banda británica a un éxito internacional sin precedentes desde 1969. Por sus gritos, esa presencia de macho y la rebeldía que emanaba, llegó a ser considero el “Dios del metal” por los metaleros. En febrero de 1988, durante una entrevista con MTV News, reveló que era homosexual. Fue una de las primeras muestras de apertura sexual de un artista tan importante en el metal, y su declaración fue clave para reconstruir la percepción del heavy metal, convirtiendo los bares del género en un lugar donde todos pueden convivir bajo el manto de un Dios abiertamente gay. 



Mina Caputo
Frank Hoensch/Getty Images

Mina Caputo, vocalista de Life of Agony, hizo historia en 2011 cuando se presentó como una mujer transgénero a través de Twitter, convirtiéndose en la primera de la comunidad del metal en identificarse así. Caputo transmitió su lucha con la depresión y los pensamientos suicidas a través de la música de la banda, en especial en River Runs Red, el debut de 1993 que llegó a los listados de rock en Estados Unidos, llevándolos a girar con Korn y Deftones. En 1997 Caputo decidió embarcarse como solista, pero a principios de la segunda década del 2000 regresó a Life of Agony. “El grupo tiene mucho más sentido ahora”, le contó a ROLLING STONE. “Es un monstruo perfecto y hermoso”. 



Linda Perry
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En los 90, 4 Non Blondes estalló con el éxito What’s Up? La banda terminó separándose y Perry se tomó su tiempo antes de empezar una carrera como solista, pero fue a principios del 2000 que encontró un renacimiento. Pink la contactó para escribir su segundo disco Missundaztood. “Ninguna sabía lo que iba a pasar”, recordó Perry en una entrevista con el Huffington Post. En ese entonces, Pink ya se había hecho un nombre en el mundo del R&B, antes de que Perry le metiera un toque rockero. “Lo que sucedió es que pudimos abrirnos…ella se olvidó de lo que le dijeron que debía ser y simplemente se convirtió en Alecia Moore”.

Después de su exitosa colaboración en Get the Party Started, Perry encontró su lugar al ayudar a otras estrellas pop a ser más honestas con ellas mismas y cocreando éxitos del siglo XXI como Beautiful y Candyman de Christina Aguilera, o What You Waiting For? de Gwen Stefani. En el camino siempre se ha mostrado orgullosa y sincera, y es recordada por tocar una guitarra en la que decía “dyke” [lesbiana] durante los Billboard Music Awards de 1993. 



Chavela Vargas
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Isabel Vargas Lizano dejó Costa Rica cuando tenía 17 años para convertirse en una cantante de rancheras en Ciudad de México durante los años 30. Permanecería allí hasta su muerte a los 93 años, empujando cualquier límite que existiera alrededor de la música, el género y la sexualidad en la sociedad mexicana. Las rancheras eran dominadas por hombres heterosexuales y sus declaraciones de amor, pero Vargas dedicó sus canciones a las mujeres que la habían marcado. Todavía existen rumores de una supuesta relación con Frida Kahlo, y existe una foto de los años 40 en la que las dos salen abrazadas y riendo sobre el pasto.

En Frida, la película de 2002, Vargas interpreta a un espectro que le canta La llorona a la pintora interpretada por Salma Hayek. También apareció en varias películas de Pedro Almodóvar, incluyendo La flor de mi secreto. Sin embargo, nunca se enfocó en la actuación. Tampoco dijo abiertamente que era lesbiana hasta que cumplió 82 años, o cuando su publicó su autobiografía Y si quieres sabes de mi pasado en 2002. A pesar de nacer en Costa Rica, ha sido una de las grandes influencias para las artistas mexicanas, desde Lila Downs hasta Natalia Lafourcade.

Tom Robinson
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El punketo británico entró a los listados con canciones como 2-4-6-8 Motorway, Up Against the Wall y Don’t Take No for an Answer, pero será inmortal por su himno de protesta Glad to be Gay. Originalmente fue escrito para la marcha del orgullo gay de Londres en 1976 y estuvo a punto de ser prohibido por la BBC en 1978. Después de que su banda se separó coescribió varias canciones para Elton John, incluyendo la controversial Elton’s Song, que trata de un niño en un internado que está enamorado de un estudiante mayor.

En los 80 dejó la música y se dedicó a la radio, impulsando grupos independientes en su programa, pero en 2015 lanzó su primer álbum desde 1996, Only the Now, un disco de folk pop en el que Sir Ian McKellen participó. “Si tus canciones no reflejan los sentimientos que compartes con tu público, entonces no estas escribiendo música pop, y yo comparto la creencia de que hay una pequeña y cínica élite que se aprovecha de nosotros”, explicó Robinson. Jerry Portwood

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