Woodstock 1969 se ha vuelto tan legendario, que es fácil olvidar lo cerca que estuvo de estar condenado al fracaso en ese entonces.
El nuevo libro de su quincuagésimo aniversario, Woodstock: 3 Days of Peace & Music, relata el angustioso proceso de planeación, y cuenta cómo, por ejemplo, Michael Lang y su equipo perdieron el sitio del festival a solo cuatro semanas de comenzar, antes de que el propio Lang manejara hasta una finca de 250 hectáreas en Bethel, Nueva York, y convenciera al dueño de que los dejara usar el lugar.
El equipo se las arregló consiguiendo policías para trabajar por debajo de cuerda, y a líderes de comunas hippies para que le enseñaran a la gente a armar carpas. El libro de Lang recopila fotos y documentos históricos de Henry Diltz, y se adentra en los planes de programación del festival (en un punto, la Plastic Ono Band se ofreció a tocar). “Queríamos mostrar más cosas personales que no tuvieran que ver solo con los artistas, sino con la experiencia”, dice Lang. El libro es un estupendo recordatorio de una época en la que se podía llevar a cabo un evento histórico, a pesar de los contratiempo que se presentaban.
A RITMO DE FESTIVAL Adolfo de la Parra de Canned Heat (que todavía está en el grupo). La canción 'Goin’ Up the Country' se convirtió en un himno de la generación de Woodstock. © HENRY DILTZ
VOODOO CHILD En la historia de RS de 1969 The Groupies and Other Girls apareció un perfil de Sally Mann Romano. Más tarde se casaría con Spencer Dryden, de Jefferson Airplane. © HENRY DILTZ
INCANSABLES: Lang con su asistente Ticia Bernuth. “Los teléfonos públicos fueron muy populares ese fin de semana”, dice Lang, que detalla en su libro cómo “durante nueve meses, o más, todos vivíamos y respirábamos Woodstock”. El sitio del festival lo construyeron en 28 días, y durante 18 de ellos llovió: “Cuando los asistentes comenzaron a llegar 10 días antes del festival, pusimos a trabajar a algunos”. © DAN GARSON
ARMONÍA HIPPIE: Lang estaba preocupado por la forma en que los habitantes de Bethel, Nueva York, pudieran reaccionar ante los hippies. “Resultó siendo una gran fiesta llena de amor”, dice. © HENRY DILTZ
GUERREROS DE WOODSTOCK: Desde la izquierda: Jimi Hendrix tocando ante unos escasos 20 mil espectadores la mañana del lunes; Roger Daltrey, de The Who, quien afirmó que el set “forjó nuestra carrera y nos consolidó en el mapa histórico del rock & roll”; Joan Baez tocando bajo la lluvia con seis meses de embarazo. © HENRY DILTZ
BARRO POR TODAS PARTES EN BETHEL: “No me di cuenta de los toboganes de lodo hasta que vi la película”, comenta Lang. Recuerda que vio “chicos del Bronx mezclándose con hippies. Cuando la segregación aún era tolerada, en Woodstock no importaba el color de piel”. © TOM MINER/TOPFOTO
LA AYUDA ESTÁ EN CAMINO: Woodstock tenía carpas “para los malos viajes”, que contaban con médicos para calmar a los consumidores de ácido. “A los chicos los llevaban a ellas y les decían que ese mal viaje solo era pasajero”, dice Lang. “Luego de unas horas salían frescos y más calmados”. © TOM MINER/TOPFOTO
LA LEY Y EL ORDEN: “Son los chicos más juiciosos y corteses con los que haya estado en contacto durante mis 24 años de servicio”, declaró el jefe de policía de Monticello, Lou Yank. © HENRY DILTZ
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