La canción de apertura del nuevo álbum de Katie Crutchfield, "Saint Cloud", abre un nuevo mundo de felicidad americana.
Feliz día de lanzamiento para 'Saint Cloud' de Waxahatchee, el mejor álbum de la cantante y compositora Katie Crutchfield. En él, abraza el rock americano y country, desviándose del rock indie que le hizo conocer en su trabajo anterior y volviendo a sus raíces sureñas de Birmingham, Alabama, mientras citaba a Lucinda Williams y Linda Ronstadt como inspiraciones.
"Oxbow", la primera canción del álbum, sirve como una ventana que se abre a este nuevo territorio, una gran bienvenida en auge que presenta la batería de Nick Kinsey, quien dio con el ritmo en el estudio del oeste de Texas donde fue grabado. A lo largo de la pista, Crutchfield prepara el escenario para el resto de las canciones y sus imágenes, donde las rosas rojas se envuelven alrededor de su micrófono y una camioneta estacionada donde toma el sol, las melodías de grabación lenta derivan de la radio del tablero hacia el Cama rodante. Ella atrae a los oyentes con una narrativa casera: “Barna in white/Married the night,” she sings. “What dreams become concrete/They may feel trite.”
La pista es dulce y concisa, apenas alcanza los tres minutos. Concluye con un simple estribillo, mientras Crutchfield canta "Lo quiero todo". Quizás te preguntes qué es todo. ¿Amor? ¿Libertad? ¿Éxito? Pero no importa. Lo que importa es su voz que consume, haciendo eco de la declaración una y otra vez, mientras tocas la canción en repetición.
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