sábado, 3 de octubre de 2020

Escucha esta versión alterna de 'Roadhouse Blues' de The Doors

Fuente: Rolling Stone

El guitarrista Robby Krieger habla sobre esta toma, que estará incluida en la edición especial de 'Morrison Hotel' por su aniversario número 50.


En febrero 'Morrison Hotel' cumplió 50 años de su publicación y a modo de celebración, el nueve de octubre se lanzará una edición especial que contiene esta versión inédita del clásico de The Doors.

Antes de que The Doors grabara la primera toma de 'Roadhouse Blues', la primera canción de su quinto álbum, 'Morrison Hotel', Jim Morrison le describió a la banda un escenario muy claro con su esencia natural.

La temática de esta canción es algo que todos ustedes han visto en alguna ocasión, un viejo parador en la carretera. Estamos en el sur o quizás camino a Bakersfield, y estamos manejando un Chevy del 57 hacia un lugar así. ¿Lo entienden? Es cerca de la 1:30 y no vamos conduciendo muy rápido, pero tampoco muy despacio. Tenemos un sixpack de cervezas en el auto, unos cuantos porros y estamos escuchando la radio mientras nos dirigimos en medio de la naturaleza hacia a ese sitio”, le dijo al grupo tal como se escucha en la grabación inédita estrenada por ROLLING STONE. El cantante da un poco más de detalles llenos de sabiduría y el guitarrista Robby Krieger pone todo en marcha con un riff enérgico.

No logro recordar que él hubiera hecho eso antes. De hecho, el paradero real era este sitio que estaba al final de la calle de nuestro estudio. Era un bar (no recuerdo cómo se llamaba), pero era donde Jim pasaba bastante tiempo bebiendo con sus amigos. Aunque estaba dentro de la ciudad, parecía como si estuviera en el desierto. Para mí, eso era sobre lo que estaba cantando”, le cuenta Krieger a ROLLING STONE sobre el monólogo de Morrison.

La toma, que estará incluida en la edición especial de los 50 años de 'Morrison Hotel', es relajada y descomplicada, dado que los músicos se acoplan perfectamente los unos con los otros mientras Morrison recita sus versos. Hacia el último coro, “Let it roll, baby, roll” [Déjalo rodar, nena, rodar], el vocalista comienza a gruñir.

https://youtu.be/sDeMnZKJG30

Cuando Krieger escucha la grabación ahora, tiene una sensación agridulce. “Me gustaba escucharla, especialmente el solo de guitarra. Desearía que hubieran utilizado esa en vez de la que aparece en el disco. Pero la voz de Jim no fue tan buena. Fue un poco floja. Pero está bien. Puedes notar el progreso de cómo trabajamos la canción desde el principio hasta el final”, dice.

El tiempo en el que se hizo 'Morrison Hotel' (desde noviembre de 1969 hasta enero de 1970) fue positivo a comparación de los meses anteriores. En marzo de 1969, Morrison había sido arrestado por exhibicionismo frente a un público en Miami y la creación de su anterior LP, 'The Soft Parade', fue complicada debido a que estaban, en palabras de Krieger, “tratando de hacer algo similar a los Beatles” al poner arreglos de trompeta en temas como 'Touch Me'. Así que para este otro trabajo decidieron ceñirse al blues que los inspiró anteriormente.

Fue más sencillo. Todo se sintió mejor. Habíamos pasado un buen rato. Fue genial haber compuesto algo con Jim. En 'Soft Parade' escribí muchas canciones porque él siempre estaba en la corte. Pero 'Morrison Hotel' fue un álbum muy divertido”, comenta Krieger.

https://youtu.be/n2_X4VTCoEo

También corrieron con algo de suerte cuando grabaron el disco, y especialmente 'Roadhouse Blues'. Habían decidido hacer un tema de blues, “Era el género favorito de Jim en ese momento”, relata el guitarrista; y se toparon con John Sebastian de The Lovin’ Spoonful, quien se ofreció a tocar la armónica para ellos. “No sabía que la tocara tan bien, aunque su padre era un famoso intérprete de este instrumento”, destaca.

Otro golpe de suerte fue cuando Ray Neapolitan, quien había estado tocando el bajo en las sesiones, no pudo seguir haciéndolo y el guitarrista de blues Lonnie Mack, quien hizo un cover exitoso de 'Memphis' de Chuck Berry, casualmente estaba en el estudio. “En ese punto, Lonnie ya se había retirado de la música y estaba vendiendo biblias en su automóvil”, recuerda.

El guitarrista también le da el crédito del ritmo a la batería de John Densmore y al piano de Ray Manzarek. En cuando a sí mismo, tocó sus solos tal como se le ocurrían. Particularmente, se impresionó por la manera en la que Morrison se exigió a sí mismo, en especial en la versión de la canción que aparece en el álbum pues nunca entrenó su voz, solamente la había desarrollado con toques en el club Whisky a Go Go. “Tenía un rango vocal increíble. Sus notas bajas, altas y los gritos eran geniales. Hasta el día de hoy no he conocido alguien que lo haga tan bien como él”, dice.

Fue Manzarek quien se topó con el hotel Morrison mientras conducía por el centro de Los Ángeles. La noche costaba dos dólares con 50, y había un bar al lado llamado Hard Rock Café (no confundir con la cadena de restaurantes). “Era un pequeño bar de mala muerte con un montón de vagos en él”, comenta Krieger. Además de incluir al hotel Morrison y al Hard Rock Café en el arte del disco, llamaron de esa forma a cada uno de los lados del LP. Incluso tuvieron que capturar las fotografías que usaron.

Allí le preguntamos al recepcionista si podíamos tomar una foto y dijo que no. Debimos haberle pasado un billete de 10 dólares. Nosotros contestamos, ‘Mierda. Qué lástima. Eso habría estado bien’. Pero luego lo vimos ir hacia los ascensores y dijimos, ‘Vamos rápido’. Así que solo tuvimos tiempo para dos tomas”, relata el guitarrista.

Después de eso nos dirigimos a la esquina del Hard Rock Café. Tomamos algunas otras y justo antes de entrar, vimos a un vagabundo en la calle (era como la calle Bowery en Nueva York, una zona muy desoladora) y este tipo nos dice, ‘Oigan, ¿me dan un par de billetes?’. Y Jim le dice, ‘¿Puedes hacer algo para ganártelos? Entretennos’. Y él hizo un silbido que te rompía los tímpanos. De verdad era el más fuerte que había escuchado en mi vida. Entonces Jim le dice, ‘¿Cómo haces eso? Quiero hacerlo’. Y él responde, ‘Bueno, tienes que pedírselo a Jesús’”, recuerda.

A principios de este año, antes de que comenzara la cuarentena y cerca de 50 años después de que la banda posara para la portada, Krieger regresó al sitio donde está el hotel Morrison para el Día de The Doors. “Iban a derribarlo y seguramente todavía tengan esos planes. Pero un hombre lo compró y es un gran fan de nosotros, de modo que lo va a reconstruir y va a hacer un gran hotel. Fui allí y toqué, y Dennis Quaid llegó y cantó. Todavía tienen la ventana con Morrison en ella de cuando la fotografiamos, para que las personas puedan hacerse detrás y sacarse una foto. Fue genial”, concluye el guitarrista.

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