Fuente: Rolling Stone
El líder de The Smashing Pumpkins habló sobre la relación de “rivalidad” que sostenía con el difunto músico y cómo esta influyó en su forma de componer.
La ola alternativa de los 90 dejó joyas musicales de la mano de Nirvana y The Smashing Pumpkins que, si bien tenían direcciones algo diferentes, también compartían ciertas cosas en común. Así, Billy Corgan siempre vio a Kurt Cobain como una especie de rival que lo impulsaba a dar lo mejor de sí mismo como músico, tema que abordó en una reciente conversación con Zane Lowe, en donde habló sobre la visión que tenía sobre sus colegas de los 90.
“Quiero que los Pumpkins estén en la cima de nuestra generación y si eso significa que tengo que componer 800 canciones para lograrlo, lo haré. No me intimida hacerlo”, aseveró. “Siempre diré que Kurt era el tipo más talentoso de nuestra generación, tenía tanto talento que era impresionante. Era del nivel de John Lennon o Prince porque pensabas, ‘¿Cómo alguien puede tener todo este talento?’. Pero tristemente ya no está aquí, así que miré a mi alrededor y me dije, ‘Bueno, seguramente puedo derrotar a los demás’”.
El auge del grunge llevó casi toda la atención de los públicos jóvenes a Nirvana, cuyo segundo álbum de estudio, 'Nevermind', fue un éxito rotundo en 1991 y lo seguiría siendo por los años venideros. Meses antes de su lanzamiento, los Smashing Pumpkins habían debutado en la escena alternativa con 'Gish', un álbum que Corgan considera como precursor del sonido de la guitarra de Cobain.
Hace un par de meses, el músico le atañó la responsabilidad de las similitudes a Butch Vig, quien ejerció como productor de ambos trabajos: “Grabamos nuestro disco en 1990 y una parte de 1991. Vig había dejado listo ese disco y se dispuso a hacer el de Nirvana. La primera vez que escuché 'Nevermind' miré a Butch (estábamos sentados en un lago el cuatro de julio de ese año) y le dije, ‘¡Hijo de puta, robaste el sonido de mi guitarra!’”.
Corgan lo tomó como una ofensa y se propuso encontrar otro tono que fuera para él mismo, y para 1993 la competencia se hizo más reñida con la llegada de 'Siamese Dream' de los Pumpkins e 'In Utero' de Nirvana. No obstante, aquella “rivalidad” no duraría mucho más tiempo tras el fallecimiento del ícono grunge. “Cuando Kurt murió, lloré porque perdí a mi rival más grande”, añadió en la entrevista con Lowe. “Quería derrotar al mejor. No quiero ganar una competencia porque solo esté enfrentándome a unos perdedores”.
Por estos días, The Smashing Pumpkins anda promocionando 'ATUM'¸ su ópera rock de tres actos y 33 canciones en total. Las dos primeras partes del disco triple llegaron con normalidad en noviembre y enero, pero la última presentó retrasos y una amenaza de filtración, por lo que tuvo que posponer su publicación hasta mayo.
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