Fuente: Rolling Stone
Ya son casi cuatro décadas desde el debut de la banda, que marcó el inicio de una tumultuosa pero exitosa carrera.
El álbum debut de Red Hot Chili Peppers, la piedra angular de su discografía, esconde en sus orígenes una saga de evolución musical, determinación y una audaz fusión de géneros que sentó las bases para su eventual ascenso dentro de la industria musical. Para celebrar 39 años desde su lanzamiento, te contamos algunos datos sobre este trabajo que entrelazó magistralmente géneros como el punk, el funk y el rap.
Creando la perfección en una toma
El nacimiento del álbum es fruto de un trabajo espontáneo. La sinergia que fluyó entre Anthony Kiedis, Jack Sherman, Flea y Cliff Martinez durante las sesiones de grabación fue sorprendente. Aparentemente, la totalidad del álbum se grabó en una sola toma, capturando un nivel de química y cohesión que se convertiría en sinónimo de la identidad de la banda. La unidad casi surrealista que impregnaba cada una de las 11 pistas fueron los primeros recuerdos de la agrupación que más adelante se convertiría en un icono del funk rock.
“Aquellas sesiones de prueba fueron, con diferencia, las grabaciones más productivas e inspiradas que hemos hecho nunca”, recordó Anthony Kiedis en sus memorias, 'Scar Tissue'. “En los últimos 20 años, nunca habíamos llegado a un momento en el que hubiera tanta magia y unidad. Estábamos en la zona. Todo se grabó en una sola toma y todo fue perfecto”.
Navegando por los orígenes
Antes de grabar su nombre en la historia de la música como Red Hot Chili Peppers, la banda había probado infinidad de seudónimos. Su primera aparición en directo fue bajo el nombre de Tony Flow And The Miraculously Majestic Masters Of Mayhem y marcó el inicio de su expedición artística. Cuando se transformaron en los icónicos Red Hot Chili Peppers, se produjo una radical metamorfosis sonora. La fusión de funk, del hardcore punk y el característico estilo rap de la voz de Kiedis convergieron para definir el multifacético tapiz de su expresión musical.
“Nuestro sonido se basaba en la batería de Jack Irons y la guitarra de Hillel Slovak”, recuerda Kiedis en 'Scar Tissue'. “No era que fueran tipos incidentales, formaban nuestra onda. Éramos chicos de la preparatoria, éramos un equipo… Yo pensaba: ‘vale, mi vida se ha acabado, mi causa está perdida’”.
Caminos divergentes y cambios imprevistos
La partida de los miembros fundadores Slovak (quien más adelante regresaría a la banda) e Irons supuso un obstáculo inesperado. La banda había firmado un acuerdo de siete álbumes con EMI America en noviembre de 1983, sin embargo, ambos artistas ya se habían comprometido con su otro proyecto musical, What Is This?, y con otra disquera. Esto supuso un gran cambio en la formación de la banda, justo cuando la creación de su primer álbum ya estaba sobre la mesa.
Ante la incertidumbre, la resolución pragmática de Flea guió la transformación de RHCP. La incorporación del baterista Cliff Martinez inyectó un nuevo dinamismo a la sección rítmica, reflejando su bagaje, que incluía colaboraciones con grupos tan aclamados como The Dickies y Captain Beefheart. La búsqueda de un nuevo guitarrista culminó con la llegada de Jack Sherman, cuya interacción con Flea y Martinez reavivó el espíritu creativo de la banda.
Pero no todos compartían el mismo sentimiento. En declaraciones recientes, Flea señaló su deseo por regrabar el álbum a pesar de ser un trabajo que contiene varios de sus mayores éxitos. “Siempre he querido repasar y volver a grabar aquel álbum, pero nunca he podido comentárselo a nadie”, comentó el bajista.
Tensiones creativas en Red Hot Chili Peppers
La elección de Andy Gill, el célebre guitarrista de Gang Of Four, como productor del álbum fue un guiño deliberado a su influencia en la dirección artística de la banda. Sin embargo, dentro de los confines del estudio, la convergencia de la búsqueda de un sonido pulido por parte de Gill chocó con la energía cruda y desenfrenada de la banda. Esta tensión entre la visión del productor y la autenticidad innata de los Chili Peppers se convirtió en un aspecto definitorio del carácter del álbum. Aunque marcada por momentos de discordia, esta colaboración forjó un paisaje sonoro que se hizo eco tanto de la innovación como de la lucha artística.
“Recuerdo estallidos de felicidad durante ese periodo», recordó Kiedis. “Las nuevas canciones como ‘Buckle Down’, ‘True Men [Don’t Kill Coyotes]’, ‘Mommy Where’s Daddy’ y ‘Grand Pappy Du Plenty’ sonaban emocionantes y geniales. Pero me sentí terriblemente decepcionado cuando oí las mezclas de ‘Get Up And Jump’, ‘Out In LA’, ‘Green Heaven’ y ‘Police Helicopter’. Se convirtió en una auténtica batalla grabar el disco”.
Red Hot Chili Peppers - True Men Don't Kill Coyotes HD [Official video]: https://youtu.be/K-1P4XE4U_o
La revelación de un nuevo género: Génesis del punk-funk
El álbum debut de Red Hot Chili Peppers, publicado el 10 de agosto de 1984, no alcanzó grandes cuotas comerciales, pero su importancia trascendió las cifras de ventas. Este lanzamiento histórico supuso el nacimiento de un género revolucionario: el punk-funk. Esta mezcla innovadora, que fusionaba a la perfección el fervor rebelde del punk con los ritmos contagiosos del funk, sentó las bases para artistas posteriores como Faith No More y Living Colour.
En retrospectiva, el profundo impacto del álbum es inconfundible, cimentando el legado de Red Hot Chili Peppers como pioneros que reconfiguraron el panorama musical.
“Sentí que habíamos aterrizado entre dos picos, en el valle del compromiso”, continuó Kiedis sobre el álbum debut. “No me avergonzaba de él, pero no se parecía en nada a nuestra maqueta original. Aun así, nuestra postura fue: ‘Vale, éste es nuestro primer disco, y sigamos adelante…’”.
Y añadió: “No podía darle demasiada importancia a lo que decían los críticos sobre nuestra música. Teníamos el yin y el yang de las críticas de discos. En cualquier caso, se nos reconocía”.
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