Fuente: Rolling Stone
25 años después de su lanzamiento, recordamos la importancia de este disco en el contexto musical de Reino Unido.
El 10 y el 11 de agosto de 1996, Oasis se consolidó como la banda más poderosa del Reino Unido. Por lo menos en cuanto a popularidad, ya que convocó en Knebworth Park a medio millón de personas durante dos noches, logrando una cifra récord (más de 2.7 millones de personas pidieron entradas para lo que posteriormente sería considerado uno de los conciertos más grandes en la historia). Antes de que comenzara la presentación de la segunda noche, Noel Gallagher comentó frente a 250,000 personas: «Esto es historia, aquí, ahora, esto es historia» y tenía razón, pues años más tarde, en palabras del propio Bonehead, «nada volvería a ser lo mismo». Y no volvió a serlo.
El fenómeno cultural conocido como britpop vivía su apogeo durante la segunda mitad de la década de los noventa gracias a la fama que alcanzaron grupos como Blur, Pulp, Suede, Supergrass y por supuesto, Oasis. Público, críticos, publicistas, discográficas, medios de comunicación, todos se encontraban fascinados con estos actos que movían masas y generaban controversia. Por supuesto, los hermanos Gallagher eran un producto ideal que siempre daba de qué hablar. Los fenómenos nacen, crecen y desaparecen. Cada determinado tiempo observamos el ciclo de un producto que por azares del destino salta a la gloria y conquista al mundo aunque sea por unos cuantos segundos. Oasis es un caso entre miles, pero en perspectiva, la banda tenía rasgos muy prometedores —sí, a pesar de ser inmensamente odiosos y nefastos— que abrían una pequeña ventana hacia la grandeza.
La mezcla de cinismo, talento, vulgaridad e insolencia que proyectaban los hermanos Gallagher causó una revolución en Inglaterra, por lo que su tercer disco (después de dos aclamadas producciones) era extremadamente esperado. Las especulaciones sobre 'Be Here Now' eran gigantescas e incluso existieron críticos que lo alabaron después de escucharlo por primera vez, aumentando la hipérbole alrededor del —en ese entonces— próximo álbum de Oasis. Funcionó: en su primer día de estreno, 'Be Here Now' vendió más de 400,000 copias, convirtiéndose en 1997 en el disco que se ha vendido más rápidamente en el Reino Unido (después fue superado por '25' de Adele).
Aunque las reseñas iniciales fueron positivas, el álbum en retrospectiva es considerado pretencioso y vacío. Se sabe que los integrantes se vieron inmersos en excesos, drogas y peleas durante la elaboración de este disco, pues como el mismo Noel decía «eran la banda más grande del mundo» y sólo lo hacían por el dinero.
Dos décadas después, es difícil reconocer que 'Be Here Now' fue una auténtica decepción en su momento. Nos cuesta trabajo ignorar que teníamos expectativas colosales de Oasis, que esperábamos que se convirtiera en una de esas grandes bandas que juegan en una liga selecta. Por lo anterior, existe la posibilidad de que el resentimiento no nos permita cuantificar la importancia cultural e impacto de 'Be Here Now', un disco excesivo, por momentos absurdo, por momentos flojo y sobre todo, desganado, pero que inconscientemente retrataba la muerte de un movimiento que fue absorbido por lo mediático y perdió sus muchos o pocos atributos. Tampoco se trata de ridiculizar este material, pues en su nivel más bajo, Oasis podía crear excelentes temas como 'Stand By Me' y la a veces mensopreciada ‘I Hope, I Think, I Know’. Sonoramente, 'Be Here Now' no presenta ninguna innovación y jamás será recordado como un disco lleno de virtuosismo, pero inclusive en medio de esta apatía, encontramos baladas que muchos grupos desearían haber escrito. La voz de Liam, por ejemplo, encuentra su mejor momento en estas grabaciones, ni antes ni después tuvo este clímax.
Las letras de 'Be Here Now' no son profundas —vaya que no lo son—, pero dentro de su limitado vocabulario, se puede notar cómo un compositor que superó sus sueños más increíbles siente el peso de ser la voz de una generación. La barra era demasiada alta y el agobio inevitable. Aún con esa carga, Gallagher logra escribir una canción tan arrogante y audaz como 'Do You Know What I Mean?' y una tan bella como ‘Don’t Go Away’. Tampoco es un álbum para tirar a la basura.
'Be Here Now' captura su momento cultural como pocos otros y es, en realidad, un disco mucho más interesante y multifacético de lo que muchos creen. No es un gran álbum, dejémoslo claro, pero al menos merece una segunda escucha con retrospectiva. A lo mejor las cosas hubieran sido diferentes si no hubiera existido tanto exceso, tanta pretensión y menos expectativa, pero el Ferrari que manejaba Oasis iba demasiado rápido como para poder controlarlo. Con todas sus virtudes, 'Be Here Now' no puede ser rescatado sin pérdidas, aunque tratemos de justificarlo por el entorno en el que se concibió, ¿por qué? Porque Oasis jamás volvió a causar tanta emoción.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario