La nueva exposición del fotógrafo Dennis Morris revive el espíritu del ícono reggae.
REDEMPTION SONG: Marley en 1981. “Nos sentamos y hablamos, como lo hacíamos normalmente, pero esa vez fue diferente”, recuerda Morris. “Nunca supe lo enfermo que estaba… Fue la última vez que nos vimos”.
Dennis Morris conoció en 1973 a Bob Marley en el bar Speakeasy en Londres. “Durante la prueba de sonido me preguntó cómo era la vida de un joven británico negro”, recuerda el fotógrafo, que en ese entonces era estudiante de bachillerato en Inglaterra.
Marley quedó tan impresionado que le pidió que lo acompañara por el resto de la gira. “Al día siguiente me encontré con Bob, el resto de The Wailers en su hotel, y me subí a la van”, añade Morris. “Bob se volteó y me dijo, ‘¿Estás listo, Dennis?’. Y ahí empezó la aventura que me cambiaría la vida”. Fueron amigos por los próximos ocho años, y tomó fotografías que se volverían icónicas, en las que la estrella del reggae tocaba guitarra, bailaba y jugaba ping pong.
Trabajaron juntos hasta que Marley murió de melanoma en 1981. Este mes, las fotos de Morris de esa inolvidable época están exhibidas en Los Ángeles, en una galería que está celebrando los 75 años de Marley. “Me dio confianza, me dio esperanza, me dio una identidad, hizo que mis sueños se hicieran realidad”, dijo Morris en un comunicado. “E hizo lo mismo para millones de personas en todo el mundo. Bob vive, el rebelde sigue con vida”.
PENSAMIENTOS PROFUNDOS: “Se dice que Bob fumaba más de una libra de ganja al día”, dice Morris. “Tuvimos muchas conversaciones”.
DE GIRA, 1973: “Ninguno de los retratos de Bob se hicieron en un estudio”, dice el fotógrafo.
LA PELOTA: Comprando balones de fútbol y equipos para los niños en Trench Town, Jamaica. “Era increíblemente generoso”, dice Morris.
VIBRACIÓN: Sobre el escenario en el Hammersmith Odeon de Londres en 1976: “En ese momento era el lugar con el mejor refuerzo de sonido”.
DURANTE EL VIAJE: Morris tomó esta foto al poco tiempo de conocer a Marley en 1973. “Me preguntó si quería acompañarlo en la gira con la banda”, recuerda el fotógrafo. “‘¡Sí!’, respondí con mi acento de cockney”.
STIR IT UP: De fiesta en un bar de París. “Era famoso por ser un lugar elitista, y mucha gente se sorprendió al ver tantos rastafaris”, dice Morris. “Bob la pasó genial”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario