Nos adelantamos a Halloween con un conteo de épicos enfrentamientos musicales; el bien contra el mal en una serie de canciones desafiantes que pasan desde el hip hop hasta el heavy metal.
Fuente: Rolling Stone
Octubre es, para muchas personas, su mes favorito del año. La razón es entendible: Halloween. Esa noche mágica y perversa donde la muerte y el carnaval conviven bajo la misma luna, una noche en que lo terrorífico, fantástico, lúgubre y exótico está a la vuelta de la esquina. Una fecha en la que se puede ser cualquier persona y todo puede pasar.
Conmemorando esta asociación entre octubre y lo perverso, ROLLING STONE ha preparado una serie de conteos con canciones que versan sobre temas apropiados para el mes de las calabazas, los fantasmas y la intoxicación por exceso de azúcar y alcohol.
Esta semana hemos preparado una lista de canciones sobre los encuentros con el Diablo. Incluso antes del Fausto de Goethe ha existido una serie de leyendas que narran encuentros inverosímiles con la figura más temida de occidente, o con alguno de sus esbirros de las profundidades del infierno. Estas historias a veces han servido para exaltar las virtudes de determinados individuos –aquellos que pueden vencer al cornudo en su propio juego– o, en la mayoría de los casos, para denunciar las más corruptas tendencias del alma humana.
Aquí un recorrido por algunos de los muchos encuentros en la música popular, entre el hombre y el patas.
Iron Maiden – The Number of the Beast (1982)
Tal vez sea una relación más que evidente: El metal y el Demonio. Sin embargo, era imposible que este clásico (uno de los primeros cortes en los que conocimos el poder de la voz de Bruce Dickinson) se quedara por fuera. Esta controversial épica llevó a miles de pacatas madres cristianas a santiguarse en los Estados Unidos, preocupadas por la música que consumían y disfrutaban sus juventudes ochenteras. No obstante, hasta hoy día, sigue siendo una de las canciones más icónicas no solo del catálogo de Maiden sino de toda la historia del metal. La canción, compuesta por el bajista Steve Harris, nació de una pesadilla que tuvo tras haber visto la segunda entrega de La Profecía. El narrador aterrado de esta historia se cuestiona sobre su estado mental mientras presencia como el mal asciende en una oscura noche de pesadillas. “El trabajo de Satán ha finalizado”, aúlla angustiado para luego finalizar entre sablazos de guitarra “Tengo el fuego, tengo la fuerza, tengo el poder.
Steve Vai vs. Ry Cooder – Guitar Duel
En la música popular contemporánea la leyenda definitiva del enfrentamiento entre el hombre y el diablo podría ser aquella que rodea la figura del talentoso bluesman Robert Johnson. Al parecer, según reza la historia, Johnson habría intercambiado su alma por sus talentos musicales en un trato con el demonio en medio de cruce de caminos. La película Crossroads de 1986 gira en torno a esta fascinación con el mítico cantante y guitarrista. El personaje interpretado por Ralph Macchio (sí, el Karate Kid) se encuentra con un virtuoso músico que podría tener la melodía de la canción perdida que Johnson nunca llegó a grabar. Después de una serie de difíciles situaciones, la acción se traslada a un duelo de guitarras en el que los protagonistas compiten por el destino de sus almas. Esto enfrenta en pleno club a Steve Vai con Macchio (bueno, realmente con Ry Cooder, que dobló sus partes de guitarra). Aunque no es propiamente una canción sobre un encuentro entre el hombre con el diablo, este video de Youtube nos recuerda como la leyenda de Johnson es más grande que nada que Hollywood haya podido inventar.
Eminem – My Darling (2009)
Después de un período de recuperación de cuatro años, en que Matters se enfrentó al bloqueo de escritor y a una adicción a los medicamentos para el sueño, el rapero presentó su sexto álbum de estudio. La edición de lujo de uno de los lanzamientos del 2009 incluía esta oscura canción sobre la fama y los excesos. El encuentro con el demonio se presenta cuando el cantante se mira en el espejo y una espeluznante voz le recrimina por haber abandonado el camino de las drogas y la destrucción, explicándole que el alma del músico le pertenece y que planea recuperarla. “¿Recuerdas esa noche en que le rezaste a Dios y dijiste que harías lo que fuera por un contrato discográfico?”, pregunta entre risas su lúgubre interlocutor, “bueno lo que no sabías es que la fama tiene también un precio, esto que vez es su lado negativo”. Pocas veces la expresión “venderle el alma al Diablo” había tenido tanto sentido como en esta oscura reflexión sobre los lados negativos de estar a merced de un sello discográfico. Así mismo, Eminem demuestra que a veces ese demonio contra el que nos enfrentamos se esconde en el lado más vulnerable de nuestra existencia, nosotros mismos.
Tenacious D – Tribute (2002)
La canción más vendida de la banda de Jack Black resulta ser un tributo a la mejor melodía que nunca escribieron. Caminando en medio de la noche los dos músicos de Tenacious D se encontraron con el Diablo (interpretado en el video por Dave Grohl) quien los obligó a cantar la mejor canción del mundo, a menos de que quisieran que cosechara sus almas para que hicieran parte de su colección infernal. Los intérpretes, con todo su poder metalero, así lo hicieron, venciendo al Diablo con el poder de sus dones musicales. Desafortunadamente luego no lograron recordar esa melodía con la que vencieron a la bestia salida del fuego eterno. Si tomamos la palabra de los D, esa poderosa canción no sonaba para nada parecida a la que aquí reseñamos, esta es solo un tributo.
The Charlie Daniels Band – The Devil Went Down to Georgia (1979)
Este un exquisito registro country de otra historia en donde el Diablo se ve derrotado por los dotes musicales de su adversario. Buscando un alma por los parajes de Georgia el demonio se encuentra con un violinista llamado Johnny al que desafía con una sencilla apuesta: Un violín de oro contra el alma inmortal del músico sureño. Consciente de sus virtudes como intérprete Johnny acepta el trato. El Diablo va primero, uniéndosele una banda de demonios para una presentación de infernales melodías. Johnny reconoce las virtudes de su adversario pero, tras obligarlo a sentarse para que escuche sus talentos, la derrota con el poder de sus veloces y virtuosos dedos. El Diablo ha de reconocer que ha perdido la apuesta y le entrega al músico su recompensa, el violín de oro. Uno de los atributos más impactantes de esta canción es la interpretación de los músicos en la épica batalla entre el hombre y el demonio. Así mismo, no sería descabellado apuntar que esta historia, con su respectiva melodía, pudo haber sido inspirada por la leyenda de Niccolò Paganini, un violinista italiano del siglo XIX tan adelantado musicalmente a su época que la gente creía que había obtenido sus talentos en un trato demoniaco.
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