Un recuento de las grabaciones más memorables de la banda británica.
Fuente: Rolling Stone
10. Communication Breakdown (1969)
El riff acelerado de Comunication Breakdown es un acercamiento al punk que siete años después se adueñaría de Reino Unido y Estados Unidos. Las letras citan a Nervous Breakdown de Eddie Cochran, pero si la canción capturó su esencia de los 50, el desenfrenado ataque de Zep fue algo brutalmente nuevo.
9. Misty Mountain Hop (1971)
El canon de Zeppelin está lleno de misterios, pero ninguno es tan grande como este: ¿Cómo es que una canción sobre hippies y Tolkien puede ser tan funky? El piano eléctrico de Jones encaja a la perfección con el apresurado riff de Page y la avalancha de tambores de Bonham, mientras Plant relata la historia de un disturbio entre hippies y policías, que le provoca querer escapar a los picos de los que habla el título. Plant dijo que las letras eran sobre “ser capturado en un parque con cosas indebidas en tus papeles de cigarrillos”.
8. Rock and Roll (1971)
A la banda le costaba ensayar Four Sticks, y de repente Bonham tocó de manera espontánea la famosa introducción de Rock and Roll, un redoble de bombos y batería que imita las primeras notas de Keep A Knockin’, el éxito de 1957 de Little Richard. La canción, que inicialmente se llamaba It’s Been a Long Time, habla sobre un deseo por la juventud y la inocencia del rock de los 50: Plant se refiere al stroll, un baile antiguo, y a The Book of Love de The Montones de 1958. Pero la música reconstruye el rock & roll como algo feroz y moderno.
7. Immigrant Song (1970)
grant Song (1970)Ninguna canción de hard rock ha tenido un inicio tan ominoso: “We come from the land of the ice and snow” [Venimos de la tierra del hielo y la nieve]. Estaba inspirada en el concierto de la banda en Islandia en junio de 1970, un mes en el que el sol desaparece. Plant empezó a fantasear sobre vikingos y escribió bajo la voz de un cacique nórdico que comandaba una invasión marítima y esperaba su muerte. “Se suponía que fuera poderosa y graciosa”, dijo. El riff entrecortado y amenazante de Page podría asustar y obligar a rendirse al mismo Thor, y los gritos de Plant le añaden un poco más de barbaridad.
6. Good Times Bad Times (1969)
La primera canción del primer álbum introduce a la banda con una declaración desafiante (“I don’t care what the neighbors say”) [No me importa lo que diga el vecino], un eléctrico riff y una inquietante y sincopada batería, a la que Page se refiere como la “increíble técnica” de Bonham. Aunque las letras de la canción hablan sobre las melancólicas quejas de una mujer malvada, el mensaje es tan inmediato como un accidente automovilístico: Zeppelin planeaba estimular con una dinámica de cuatro notas.
5. Ramble On (1969)
La canción con la que Plant aruña por primera las místicas historias de su alter ego combina las preocupaciones de folk blues con un riff sobre El señor de los anillos de J.R.R. Tolkien. Empieza con el rasgueo acústico de Page y el sutil tamboreo de Bonham. Luego, el estruendoso coro entra y Page enciende su guitarra a punta de golpes agudos, mientras Plant se transforma de Hobbit a máquina de sexo.
4. Kashmir (1975)
Es su canción más sonora, en parte porque era una de las pocas que tenía músicos externos. Una colección de cuerdas y sonidos metálicos que propulsan el torbellino de Jones en el Mellotron, el atormentador tempo de Bonham y el riff arábico de Page (“Usé un sitar antes que George Harrison”, dice). Plant escribió la letra después de un interminable viaje en carro por el sur de Marruecos y su aullido de 15 segundos a los cuatro minutos de la canción puede que sea el momento más espectacular de su carrera. Plant se refiere a ella como “la canción característica de Zeppelin”.
3. Black Dog (1971)
El riff más rudo de Led Zeppelin fue compuesto por Jones, quien no se podía sacar de la cabeza una canción de Muddy Waters. Page la convirtió en una motosierra con su Les Paul sobre los ágiles tambores de Bonzo y el rugido de una guitarra rítmica en la mitad de la canción. Pero cuando la voz de Plant entra, la alquimia alcanza la perfección. Puede que no sea Shakespeare, pero, como Plant dijo, las canciones como Black Dog “se justifican”.
2. Stairway to Heaven (1971)
La icónica power ballad en Led Zeppelin IV es un monolito del rock de los 70. Desde la atmósfera isabelina de la introducción acústica hasta el misticismo lírico de Plant y el movedizo solo de Page, la canción de ocho minutos es una obra maestra, que resguarda su poder y luego asciende a lo más alto del rock & roll. “Acelera y se impulsa como adrenalina”, dice Page. La improvisación del guitarrista fue el complemento perfecto para la declaración de exceso y salvación de Plant. “Fue un hito para nosotros”, dijo.
1. Whole Lotta Love (1969)
Esta canción define a Led Zeppelin a la perfección: obsceno, salvaje e increíble. “Way down inside/I’m gonna give you every inch of my love” [En lo más profundo/Te daré todo mi amor], grita Robert Plant y añade un poco más de romance con la frase: “I wanna be your backdoor man!” [¡Voy a ser tu hombre!]. Alrededor de los 4:30 minutos, su voz es un poco más rasposa, cuando canta “love”, antes de desatar un alarido de éxtasis reverberado. Unos años después, Plant admitió que le debía sus letras a la canción You Need Love del maestro de blues Willie Dixon (quien demandó y ganó). “Pensé: ‘¿sobre qué voy a cantar?’ Eso fue todo. Ya pagué por ello”. Pero Whole Lotta Love, grabada en los estudios London Olympic y mezclada en Nueva York, fue mucho más que un remake. La sección central de la canción es un viaje de gemidos orgásmicos, percusión inquieta y un theremín escurridizo, magnificados a través de un paneo salvaje. El galopante riff de Page es uno de los más violentos que ha podido salir de una Les Paul, y John Paul Jones y John Bonham lo acompañan empujón tras empujón. “Por lo general, mis ritmos son muy originales. ¿Qué puedo decir?”, dijo Page.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario