Para celebrar los 40 años del icónico disco de punk británico, Johnny Rotten y Glenn Matlock recuerdan el álbum.
Fuente: Rolling Stone
“Bollocks fue un trabajo muy sólido, pero cuando estábamos grabándolo no se sentía así”, dice Johnny Rotten, recordando el LP de 1977 Never Mind the Bollocks, Here’s the Sex Pistols. Según él, el grupo estaba trabajando con un productor que “era sordo de un oído y el otro no era nada musical”, por lo que la banda tuvo que hacerlo todo muy rápido.
“Queen estaba grabando al lado uno de sus disco [News of the World] y Brian May me preguntó si haría una segunda voz en su álbum”, dijo Rotten. “No me acuerdo qué canción, no es la de ‘Galileo’. Pero entré y era increíble escuchar cómo Freddie [Mercury] grabada cada línea por separado, a veces una sola palabra, y después lo editaban. Mierda, yo solo tenía una toma. Dos si me equivocaba. Después me di cuenta que la música lo va a superar, a pesar de las reglas y las regulaciones que siempre nos metían”.
Al final, Sex Pistols creó el grito de batalla para el desorden punk. El disco son menos de 40 minutos de una agitada frustración rockera dirigida a cualquiera que estuviera a un escupitajo de distancia y, en especial, a su propio país. En la época en la que salió Never Mind the Bollocks, el 28 de octubre de 1977, el grupo generó caos e inspiró anarquía. Sus sencillos eran tachados de las listas británicas, el gerente de una tienda de discos fue arrestado y acusado de obsceno por mostrar la portada del álbum y la banda, que no era bienvenida en ningún lugar de Inglaterra, tuvo que hacer su gira bajo el nombre S.P.O.T.S. (que en inglés significa “Sex Pistols on Tour Secretely” [Sex Pistols de gira en secreto]). En pocas palabras, el LP fue un éxito. Llegó al Número Uno en el Reino Unido y recibió doble certificación de platino. En Estados Unidos, donde ROLLING STONE los llamó “la banda más explosiva de rock & roll desde los Rolling Stones y The Who”, fue uno de los pocos discos de la primera ola de punk que fue platino.
40 años más tarde, el álbum sigue siendo hostil. Mientras que las bandas a ambos lados del Atlántico ayudaron a poner el estándar de la furia punk, la combinación de la voz cortante de Rotten, los potentes riffs del guitarrista Steve Jones y los golpes en los platillos del baterista Paul Cook –sin dejar de lado las apariciones del bajo por parte de Glen Matlock, que dejó el grupo en 1977, y su remplazo Sid Vicious – potenciaron el sginificado de canciones como Anarchy in the U.K. y God Save the Queen hasta convertirlas en amenazas nacionales Bollocks fue una fuerza cultural que más tarde llegó al Top 50 en la lista de los 500 álbumes más importantes de todos los tiempos.
En estos días, Rotten se hace llamar por su nombre verdadero John Lydon y está dedicado a su grupo de art-rock Public Image Ltd., Jones dirige el programa de radio Jonesy’s Jukebox, Cook lanzará un nuevo álbum con The Professionals titulado What in the World y Matlock está de gira como solista, además de haber grabado un disco con Slim Jim Phantom que podría llamarse Cloud Cuckoo Land (Sid Vicious murió por una sobredosis en 1978). Para celebrar el aniversario Bollocks, Rotten y Matlock hablaron con ROLLING STONE para profundizar en cada canción de uno de los discos más venenosos en la historia del rock.
Holidays in the Sun
Johnny Rotten: Decidimos irnos de vacaciones como grupo, nos fuimos a las islas del Canal y nos rechazaron inmediatamente. Por ser los Sex Pistols nos prohibían entrar a todos los lugares. No nos dejaban quedarnos en ningún hotel. Caminamos por la playa buscando un lugar para dormir hasta que se volvió patético. Nos encontramos con una pandilla local y el líder nos hospedó por una tarde. Después nos fuimos.
Steve y Paul se fueron a la casa y con Sid decidimos ir a Berlín porque era el lugar más loco de todos. Son Sid penábamos, “Mierda, si no podemos ir a algo tan tranquilo como las islas del Canal, veamos qué pasa en el Muro de Berlín”. Toda esa experiencia fue my emocionante y de ahí viene Holidays in the Sun. Fue muy divertido. Estábamos en nuestro lado, mirando sobre el muro y los alemanes estaban apuntándonos con sus armas. No pudimos entrar a Berlín Oriental. Simplemente nos miraron y dijeron, “No”.
Matlock: Holiday es una canción buena que escribieron después de que me fui. Había una canción llamada In the City de The Jam y sé que Sid fue al bar Speakeasy, que era el donde amanecían de las estrellas de rock, y se peleó con Paul Weller, que es amigo mío, por decir que tenían una canción muy parecida a la de The Jam. Paul le pegó con una botella y estoy de su lado.
Bodies
Rotten: En la canción, Pauline es una persona loca y con problemas. En estos días la llamarías una acosadora, pero en esa época no existía un término para eso. Era una de esas chicas molestas que no aceptaban un no de respuesta. Aparecía en cualquier momento y tenía una actitud muy mala. Era bastante dependiente.
La canción sobre el aborto, y sí, la mujer es la que tiene el derecho de escoger porque ella es la que carga al bebé y enfrenta todos los temas después. ¿Es algo tono traer a un hijo no deseado al mundo? No, no creo que sea así, pero esa es mi opinión porque siempre se lo dejaría a la mujer. Siempre. En esa canción hablo de ambos lados de la moneda y me pongo ahí. Si no fuera por la voluntad de Dios, mi madre pudo haber abortado y yo no estaría acá.
La frase que dice “a la mierda esto, a la mierda lo otro” no fue improvisada. Yo escribí eso. Era mi rabia al final. Mi frustración por saber cuál era la respuesta correcta y fue la reacción honesta e impulsiva que tuve: “A la mierda esto, a la mierda lo otro/ A la mierda todo y a la mierda el puto malcriado/ No quiero un bebe que se ve así/ No quiero un bebe que se ve así”. Y después lloró como si fuera el bebé, “Mami, no soy un animal/ Papi, no soy un aborto”. Es la dualidad de la vida, ¿cuál es la decisión correcta? Es algo muy serio porque es acabar con la vida de otro humano y eso no lo tomo a la ligera.
No Feelings
Matlock: Musicalmente, la idea original fue de Steve. Él estaba intentando ser un poco como New York Dolls, creo. La línea de bajo original que toqué durante la parte de “No feelings” era un reconocimiento a Trevor Bolder de Spiders From Mars [de David Bowie] en Hang On to Yourself.
Rotten: Escribí No Feelings porque mi papá estaba ayudando a muchos huérfanos en ese momento y una de las niñas se encariñó conmigo. Tuve que decirle, “Mira, no tengo sentimientos. Solo porque mi padre está dejando que te quedes en su casa durante el fin de semana no quiere decir que te puedes casar conmigo”. Pero una triste realidad de los huérfanos, a quienes siempre les he donado dinero, y es que crecieron con una mentalidad parecida a la cárcel. No están unidos a nada ni a nadie, así que están desesperados y se agarran a cualquier cosa que pueden transformar en amor, y es un amor falso. En realidad es desesperación. Me siento mal por ellos en ese aspecto. En la canción puede parecer que no los entiendo, pero es totalmente lo contrario. Es ironía.
Liar
Rotten: Muchísima gente inspiró Liar, empezando por el mánager [Malcolm McClaren]. Éramos solo unos jóvenes idiotas desafortunados y no estábamos preparados para el mundo de codicia y adulterio el que nos tiraron. Todos tenían un poco de influencia venenosa y te susurraban cosas al oído, eso generaba muchas divisiones. Así que llegué al punto de, en lugar de permitir toda esa división, lanzaría todas mis burlas. Pero la canción no es púnicamente sobre Malcolm. Creo que siempre supimos sobre él y, de algún modo, era una sus características más adorables. ¿Sabes cuando conoces en serio a alguien terminas aceptando ese tipo de cosas pero con precaución? En realidad le estoy apuntando a las personas fuera de la banda: esos que intentan manejarnos.
Matlock: Esa fue una canción en la que todos hicimos algo. Cada uno hizo una parte. Me acuerdo que Johnny estaba atascado en la letra y le dije, “¿Por qué no usas la palabra ‘suspendido?”. Él me preguntó qué quería decir con eso. Le explique, “Como cuando estás en el colegio y ‘estás suspendido’, pero también quiere decir que estás colgando por ahí”. Él dijo que no quería hacerlo y luego lo metió.
God Save the Queen
Matlock: Yo hice el riff y los cambios de acordes principales cuando estábamos haciendo las primeras grabaciones de verdad de Anarchy. Le dijimos a nuestro ingeniero de sonido, Dave Goodman, que podía ser el productor, pero no sirvió, hicimos una huelga y llamados a Chris Thomas. Había un piano en el estudio. Yo no sé tocar, pero he jugado un poco y me sé Blueberry Hill si quieres escuchar eso. Pero inventé este riff. Lo trabajé en la guitarra y dije, “Tengo una canción”. Después John salió con que tenía unas letras.
Rotten: Yo escribí esto como una sola pieza. Hicimos algunas cosas con [el productor] Chris Spedding antes del álbum y él me enseñó aspectos de la estructura de las canciones, que no hay que ignorar la música y que dejara de criticar. La música era nueva para mí. Aunque he comprado discos desde que tengo memoria, es diferente estar en el estudio e intentar mantenerte en el tiempo de la canción y acomodar las palabras.
Para mí, las letras eran algo divertido. Estaba expresando mi punto de vista de la monarquía y sobre cualquiera que te obliga a hacer cosas sin pensarlo. Eso es inaceptable. Tienes que ganarte el derecho de tener mi amistad y mi lealtad. Y tienes que tener puntos de vista válidos para que te apoye. Así son las cosas.
Matlock: El nombre original de esa canción era No Future. Cuando salió, después de que abandoné el grupo, a alguien se le ocurrió, tal vez a Malcolm, que era el aniversario número 25 de la Reina y la primera frase es “Díos salve a la Reina”, así que podríamos llamarla así. Pero en los primeros set lists de llamaba No Future.
Rotten: Creo la canción fue malinterpretada como un ataque personal [contra la monarquía]. No era así. Es en contra de la monarquía como institución, pero no como personas. Por Díos, me siento mal por ellos, creo que nacieron en una prisión. No pueden salir de ahí porque es incomparable, están atrapados en reglas y regulaciones.
Cuando canto, “Te hicieron un idiota”, es porque ser ciego frente a las obligaciones es algo idiota, ¿no? Y cuando digo, “No hay futuro”, quiero decir que no había futuro si la monarquía aceptaba ese tipo de cosas. Se están convirtiendo, poco a poco, en una familia agradable de clase media con 3 hijos. Me encanta todo es espectáculo. Lo relaciono con el fútbol. Me gusta la bandera hondeando porque es colorida y es emocionante querer sentirse parte de algo. Aunque no te gusta la institución, es curiosamente británica. Soy un irlandés que es británico por naturaleza.
Problems
Rotten: Cuando digo, “Tú eres el problema”, hablo en realidad de todos, incluyéndome. Creo que nadie es feliz consigo mismo cuando es adolescente. Es parte de la vida y todos somos parte de los valientes de la línea de al frente que dicen, “Sí, soy el mejor y me tengo confianza”, pero ninguno de nosotros es así en realidad. Eso es ser un adolescente, ¿no? Es aprender que ahora estás en el mundo de la toma de decisiones y más te vale estar preparado. E intentas pelear contra eso con todo lo que puedes. Es un caos.
Como banda, siempre estuvimos llenos de problemas. No sé si alguna vez nos sentamos para solucionar las cosas y entender que éramos un grupo. No solo parecía que no nos cayéramos bien, creo que en serio era así. Fue el año y medio más largo que he tenido. Creo que todos nos sentimos de esa forma. Cuando hablamos parecería que comprimidos en una década en un espacio muy pequeño. Era mentalmente agotador.
Pero sí sé que me mantuvo en la banda: Los respetaba totalmente como músicos. Sabía que todos estábamos aprendiendo, pero en serio me gustaba lo que aprendíamos. Me emocionaba estar junto a la guitarra del Sr. Jones. La estabilidad de Paul para tocar batería siempre me impresionará. El pobre Sid no podía tocar. Lemmy fue el que mejor lo dijo, “Sid, no tienes oído musical”. Sid tenía todas las poses, pero no mucho más, ¿y qué? Algunas veces eso era lo que necesitábamos y eso obtuvimos. Fue culpa mía por traerlo, generó una serie de problemas nuevos. Y bueno, hicimos una canción de ahí.
Seventeen
Matlock: Estuvimos trabajando en esa idea desde antes que John entrara a la banda. La letra original es de Steve y luego John la adaptó.
Rotten: La canción de Steve se llamaba Lonely Boy y era bastante básica, yo solo la tome y la convertí en algo de angustia adolescente. Le puse Seventeen (17) porque esa es la edad en la que todo duele más. No eres un adulto, no quieres que te vean como un joven mequetrefe y tampoco estás preparado para ser adulto. Dentro de todo es una referencia a Eighteen de Alice Cooper y pensé, “Bueno, los estadounidenses empiezan tarde”. Cuando canto, “Solo tienes 29”, probablemente me cantaba a mí mismo. Mi mamá y mi papá decían, “Naciste como un viejo y desde que te uniste a esa banda, parece que te estás volviendo un niño”. Yo les preguntaba cuántos años tenía cuando nací y mi padre decía 45. Así que está bien calculado decir que 17 y 45, 29 está bien.
El resto de la letra representaba a todos los que me rodeaban porque estos no son problemas de un niño solitario; todos tienen que enfrentarlo, pero nadie lo acepta. Un buen libro es cuando un autor te dice la verdad y lo puedes saber porque están humillándose a ellos mismos al hacerlo. Pero enfrentar esa verdad es muy importante para los lectores porque les ayuda a salir de sus caparazones. Cuando cantó, “Yo no trabajo, solo uso speed”, una parte triste y adorable de mi vida. Es triste porque no tenía suficiente trago y speed [risas]. Tuve que dejar eso cuando me uní a la banda porque no puedes seguir haciendo eso. Te tienes que concentrar en esa cosa que es la más grande.
En cuanto a la parte de “perezoso bruto”, la banda era una situación 24/7. Y después intentamos hacer la gira y toda la prohibición del grupo. Cada vez que se cancela un concierto, es un gran rechazo porque pasas por todos los miedos de las fobias de no querer decepcionar a la gente. Y entonces otras personas te decepcionan al cancelarlo, eso es estresante.
Anarchy in the U.K.
Matlock: Estábamos ensayando durante el verano y dije, “¿Alguien tiene alguna idea?”. Y hablé con Steve porque sentía que tenía que empujar un poco a la banda, pero en ese momento él tenía algo, aunque no era mucho. Y dijo, “¿Qué tal si tú te inventas algo?”. Y tenía media idea para una introducción. Empecé a tocar una progresión de acordes, todos siguieron y dijeron, “¿A dónde va?”. Y empecé adaptarla mientras tocábamos. John tenía una bolsa de letras, unas páginas en una bolsa de plástico, y él sacó algo y dijo, “He estado esperando a que sacaran algo porque tengo esta idea”. Todo el mundo hablaba de este tipo Jamie Reid, que hizo nuestra portada, que era hacía propaganda anárquica en el arte. Y John tenía la letra.
Rotten: Siempre he pensado que la anarquía es un juego mental para la clase media. Es un lujo. Solo puede servir en una sociedad democrática, por eso es putamente redundante. Tampoco ofrece respuestas y en mis canciones sí espero darlas, en lugar de intentar destruir todo sin razón alguna. Siempre tengo en mi mente que soy parte de una comunidad llamada la raza humana y una comunidad más estrecha llamada cultura. ¿Por qué quisiéramos destruir todas estas cosas, así les guste o no?
No me di cuenta de todos los anarquistas profesionales que había afuera, y todavía lo hay. Por Dios, Marilyn Manson se declaró anarquista, así de absurdo puede ser. No me convence un niño con maquillaje en un corsé. Alice Cooper sí, pero eso es todo. Solo uno es suficiente en mi vida.
Matlock: Ya la habíamos grabado en 1976 y por eso terminé en el álbum. Me acuerdo de una conversación con Duff McKagan, que había visto un concierto y me dijo, “Glen, no me había dado cuenta que tocabas todo ese tipo de cosas de Motown”. Y en Anarchy estoy intentando imitar a James Jamerson.
Rotten: La frase “I am an antichrist/ I am an anarchist” no le gustó a Glen Matlock y no podía entender porqué la había escogido. Era, no sé si un “crítico duro” sería la palabra, pero siempre intentaba buscar algo más tranquilo. Eso generó la división entre Glen y yo.
Matlock: No es verdad que no me gustara la letra. La única frase que no me gustaba era “I am an antichrist/ I am an anarchist”, no rima y eso siempre me enoja. No puedo con las canciones que no riman. No tenía nada que ver con lo que hay detrás. Si quieres un debate sociopolítico sobre si la anarquía sería buena en el Reino Unido o si va a suceder, ese es otro tema. Pero estaba algo orgulloso de cantar esa canción en el escenario.
Sub-Mission
Matlock: Solíamos ensayar en un lugar donde hacían conciertos llamado el Roundhouse. Abajo tenían salas de ensayo y arriba estaban grabando un concierto de música clásica en vivo. Y nosotros hacíamos mucho ruido. Vinieron y nos pidieron que le bajáramos el volumen, pero habíamos pagado y no nos íbamos a ir. Estoy seguro que en algún lugar de Zimbabue o Rodesia se escuchó una de las primeras versiones de Sex Pistols detrás de la Sinfonía No. 9 de Beethoven. Un día empezamos a ensayar y Steve y Paul no aparecieron. Entonces esperamos y esperamos con John, pero nunca llegaron, entonces fuimos al pub al otro lado de la calle y él me dijo, “¿Has visto a Malcolm?”. Yo le dije que sí y le sugerí que escribiera una canción que se llamara Submission. John entendió algo sobre BDSM. Entonces uno de los, no me acuerdo quien, dijo,”¿Qué tal algo sobre una ‘misión submarina’ [Submarine Mission]?”.
Rotten: La pasé demasiado bien escribiendo esta canción con Glen. Solo queríamos emborracharnos y burlarnos el uno al otro, pero logramos superarlo y escribirla bien. Sub-Mission es lo más cercano que hemos hecho a una canción de amor y está escrita por dos personas que no se caían bien [risas]. Es muy fácil escribir contra el otro. Los dos podemos hacer eso, pero encontramos algo que a los dos nos gusta: el amor verdadero entre humanos.
Pretty Vacant
Matlock: Malcolm McLaren había estado viajando a Estados Unidos para involucrarse en el comercio de arte y comprar ropa de los 50 porque tenía una tienda Teddy Boy, y sabía que se había encontrado con Sylvain Sylvain de The New York Dolls. Malcolm regresó con folletos y setlists de los conciertos. Uno decía “Blank Generation”, y me puso a pensar sobre cómo no estaba pasando nada en Londres. Había un ambiente de desesperación y frustración, y eso me dio la idea para Pretty Vacant.
Ya sabía cómo iba a ser la letra y la composición, pero me faltaba el riff. Yo sabía que necesitaba algo melódico, y escuché algo en un disco de una banda llamada Abba que me inspiró a hacerlo. Yo les dije a los demás: “Ya lo tengo”. Mencioné la influencia de Abba en una entrevista y el bajista de la banda, de alguna manera, descubrió mi dirección y me envió postales de navidad por casi 10 años.
Rotten: Hay cierta ironía en esa canción porque no éramos bonitos y estábamos lejos de estar libres. Nunca me consideré bonito o libre. Tal vez debería, tendría una vida más fácil. Estaría totalmente equivocado, pero hubiera sido muy fácil.
New York
Rotten: Esa es una referencia a las New York Dolls. No creo que sea agresiva; fue una absoluta explosión. Yo tengo grandes amigos de ahí y ninguno se ha quejado, y ¿por qué lo harían? No es un ataque personal. Las bandas de Nueva York parecían ser un poco más viejas y tener un poco más de dinero de papi y mami. Creo que eran un poco malcriados, y tal vez estaba un poco celoso de la comodidad en que vivían y cómo todos podían darse esos lujos.
Matlock: Musicalmente, New York fue una idea mía. Yo estaba intentando escribir una versión rockera para un programa de agentes secretos. Entonces, la idea era que el bajo tuviera ese ritmo, pero después a John se le ocurrieron la letras a lo New York Dolls y funcionó. No es mi canción favorita, para ser honesto.
Rotten: Cuando decimos “faggots” [maricas] en la canción no nos referimos a las New York Dolls, porque no lo son. Hay una parte del público que malinterpreta todo.
EMI (Unlimited Edition)
Rotten: EMI quería contratarnos, para demostrar lo grande y variado que es el sello discográfico, pero realmente no lo son. Fue divertido escribir esta canción. La hicimos, en su mayoría, en el estudio, porque tenía ritmo y era incesante. Ellos solo querían ser famosos y ganar mucho dinero a nuestra costa, eso era todo. Por eso teníamos camisetas que decían: “Nunca confíes en un hippie”. Estaba muy bien dirigida (risas).
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