miércoles, 5 de junio de 2013

Crítica: Beady Eye, 'BE'


Lanzamiento: 11-Jun-2013
Género: Rock
País: UK
Discografía: Columbia/Sony BMG

PSICODELIA MANOSEADA, POP SESENTERO DE TERCERA MANO Y ROCK DE FOGUEO, EN UN SEGUNDO DISCO DE LOS BRITÁNICOS QUE CONFIRMA QUE LIAM GALLAGHER SIN OASIS NO TIENE SENTIDO.
Por Xavi Sancho
Revista Rolling Stone

Liam Gallagher es un poco como aquellos soldados japoneses que durante los años posteriores al fin de la II Guerra Mundial seguían patrullando la jungla para protegerla del ejército yanqui, sin saber que un par de bombas atómicas habían caído sobre sus ciudades, acabando en plan bestia con el conflicto. Habían perdido la guerra, pero no lo sabían, ni tampoco querían saberlo. Sin guerra sus vidas carecían de sentido. Sin Oasis, Liam tampoco tiene sentido.

Escuchando el segundo disco de Beady Eye, producido por David Sitek en una decisión que no es más que un brindis a la sombra de la modernidad y cuyo resultado final confirma que el tipo es pacificador y malabarista, pero no mago, es inevitable pensar que Liam es el único que no se ha enterado de que ha perdido todas las guerras y en la jungla van a abrir un almacén de Amazon. Fue barrido en la del talento (ganó Noel, estilo eliminatoria Barça-Bayern), arrasado en la de la relevancia musical (su pasado es de su hermano, su presente es de tertuliano y su futuro está en las Vegas interpretando Live Forever ante un audiencia formada por turistas rusos y ludópatas de Arkansas) y borrado del mapa en la de la relevancia social (sus credenciales actuales son tan obreras como las de su adorado Manchester City, en manos de un jeque y una aerolínea del golfo).

De hecho, Beady Eye existen del mismo modo que existió una vez un disco de Jesulín de Ubrique: Porque el responsable es conocido, quiere emular a su héroe (Liam a Lennon, el torero a Julio Iglesias) y dice palabras que no existen en sus entrevistas. Así pues, aquí hay psicodelia manoseada, vientos introducidos cual colonoscopia –aunque sean lo que convierte en atractivo algo aparentemente tan anémico como Flick The Finger-, baladas de chiquiparc (Don’t Brother me intenta ser otro Songbird; antes, al menos, se trataba de ser otro Hey Jude), pop sesentero de tercera mano (Iz rite se hace entrañable por lo mismo que resulta irrelevante) y rock de fogueo cuyo mayor mérito es sonar impostado para los fans del verdadero rock y artrítico para los que no los son (I’m Just Saying es airada y peligrosa como un abuelo cabreado ante la falta de pilas en el mando a distancia del geriátrico). En fin, que cuando lo mejor que puedes decir de un disco es que el batería es bueno, lo menos malo que puede suceder es prácticamente Phil Collins.

2 comentarios:

  1. el que escribio esta critica es un pelotudaso, se nota de aca a Saturno que tiene algo personal con Liam. El disco es bueno, muy bien producido, ya que el boludo este critica tanto porque no explica el como hacer un disco, no sabe un carajo. Felicito a Liam y sus companieros por Be su nuevo trabajo.
    Vamos Beady eye!!!

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  2. Es verdad el que escribio esta critica es un ganso,
    a mi tambien me parece un buen disco y se nota que este idiota le tiene bronca a Liam.
    Hay criticos que no son nada objetivos, concozco a mucha gente que le gusta el disco, bien por Liam Gallagher y su conjunto.

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