domingo, 1 de marzo de 2015

Fuera de medida: 8 discos muuuy laaargos

A veces la creatividad de los músicos no puede ser constreñida. Repasamos discos triples, cuádruples y más extensos aún... que encima fueron buenos.
Fuente: Rolling Stone


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El doble álbum, un objeto habitual en nuestras estanterías desde finales de los sesentase queda pequeño en ocasiones. Revisamos 8 discos que desafiaron convenciones con su extensión y formato –triples, cuádruples y más– y además obtuvieron resultados notables.
harrisonGeorge Harrison – “All things must pass”
Lennon y Macca no le daban mucho cuartel en The Beatles, así que no resulta extraño que Harrison publicara este triple álbum poco después de que la separación del cuarteto de Liverpool fuera oficial, en 1970. Coproducido por Phil Spector, el tercero del ‘beatle tranquilo’ cuenta con un plantel de colaboradores de excepción –están Eric Clapton, Alan White y Bobby Keys– que colorean un repertorio extraordinario y expansivo en el que encontramos folk, rock, country y ecos soul. Algunas de las canciones contenidas en él fueron descartadas para el repertorio de los Beatles. Otras son producto de su buena sintonía con Bob Dylan. La mayoría confirman su mayúscula entidad como compositor.
Duración: 1 hora, 45 minutos y 59 segundos


pilPiL – “Metal box”
John Lydon, el Johnny Rotten de los Sex Pistols, se apeó de la nave punk justo a tiempo. En lugar de perpetuar clichés, apostó por la vanguardia y la renovación de su propio lenguaje al frente de Public Image Ltd. El segundo trabajo del grupo no es excesivamente extenso, pero fue publicado originalmente en una caja metálica que contenía tres maxis de 12 pulgadas. Influenciado por el dub y el rock experimental alemán de los setenta, Metal Box (1979) es un disco nada complaciente, que todavía produce genuino malestar.
Duración: 1 hora y 29 segundos


clash-backThe Clash – “Sandinista!”
Era difícil imaginar que The Clash rizara el rizo de la diversidad tras el magistral y ultradinámico London calling (1979). Pero eso, justo eso, es lo que hizo Sandinista! (1980). Publicado originalmente en triple vinilo, el cuarto álbum del grupo londinense abogaba por la mezcolanza total. Pop, dub, Motown, rockabilly, funk, jazz, ritmos caribeños, rap y lo que se les pusiera por delante, con mayoría de aciertos pese a la dispersión genérica, aportando nuevos himnos –Hitsville UKPolice on my backThe call up– a su imperecedero repertorio.
Duración: 2 horas, 24 minutos y 9 segundos


nurseNurse With Wound – “Soliloquy for Lilith”
La idea de Steve Stapleton al concebir este triple álbum puede parecer peregrina, pero el caso es que funciona. El músico británico, cerebro de Nurse With Wound, conectó varios pedales de efectos entre sí, manipulándolos de forma sutil para modificar la realimentación que generaban. Acercaba y alejaba sus manos de ellos como si estuviera tocando un theremin, consiguiendo los inquietantes bucles que dan forma a esta obra singular que, tal vez contra todo pronóstico, se ha reeditado varias veces. Con buena disposición y cero prejuicios, cualquiera puede disfrutar de Soliloquy for Lilith (1988). O al menos, intentarlo.
Duración: 1 hora, 46 minutos y 43 segundos

lipsThe Flaming Lips – “Zaireeka”
Enemigo declarado de toda convención, el grupo de Oklahoma echó un órdago a la grande con su octavo álbum.  Zaireeka (1997) no es muy largo, pero sí el resultado de un planteamiento conceptual poco habitual. Publicado por la multinacional Warner, incluye cuatro discos que pueden escucharse por separado, pero solo al reproducirlos simultáneamente escuchamos la obra al completo. Una movida, porque hacen falta cuatro reproductores y sus correspondientes sistemas de amplificación. En el libreto del disco se ofrecían instrucciones específicas para que la sincronía entre las fuentes de sonido fuera lo más exacta posible. El álbum polarizó opiniones, como era de esperar, pero garantiza un buen viaje.
Duración: 45 minutos, 32 segundos

fieldsThe Magnetic Fields – “69 love songs”
Tres CDs o seis vinilos de 10 pulgadas son los soportes elegidos para la publicación de la que muchos consideran obra cumbre de The Magnetic Fields. El cerebro del grupo estadounidense, Stephin Merritt, se impone la titánica tarea de escribir cien canciones de amor –considerando estas como género en sí mismo– pero abandona, no sin retranca, al llegar a la 69. Su aproximación, lo ha reconocido a posteriori, es desapasionada y científica, porque Merritt considera que no debe haber implicación emocional por parte del compositor. Paradojas que, en cualquier caso, no restan atractivo a esta obra. Desde el momento en que se publicó, allá por 1999, fue considerado un clásico del pop.
Duración: 2 horas, 52 minutos y 35 segundos



pansonicPan Sonic – “Kesto (234.48:4)”
Al escuchar esta obra monumental publicada en 2004 cabe pensar en tecnología punta e ingeniería sónica de primera línea. Pero Pan Sonic, veterano dúo finlandés de música electrónica que ha tocado palos tan distintos como el techno minimal, el ruidismo, el paisajismo ambiental y la experimentación sin red, lo registró de forma más bien artesana. Cada uno de los cuatro discos que lo componen tiene su propia entidad. El primero es el más ruidoso. El segundo conjuga sutileza y pulso electro con extraordinarios resultados. El tercero apuesta por la abstracción ambient y seguramente por eso resulta más bien disperso. Y el cuarto está formado por una pieza de 61 minutos, en clave drone, que desafía incluso al oyente más paciente.
Duración: 3 horas, 54 minutos y 48 segundos

swansSwans – “To be kind”
Lo conseguido por Michael Gira y sus secuaces con este triple álbum –se coló en el top 40 de Estados Unidos y Reino Unido– es casi ciencia ficción. La música de Swans sigue siendo abrasiva y exigente, nada que ver con la corriente principal, pero el grupo norteamericano disfruta de una segunda vida –volvió a la actividad en 2010– rica en reconocimiento, trabajo y comunión con un público cada vez más numeroso. El implacable The seer (2012) rondó las dos horas de duración. To be kind las supera por muy poco, ofreciendo un viaje al lado oscuro del que cuesta regresar.
Duración: 2 horas, 1 minuto y 12 segundos


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