jueves, 20 de diciembre de 2012

Pete Townshend: “En el escenario soy una mezcla entre un bailarín idiota, Baryshnikov y un gran atleta”

El líder de los Who nos habla de sus trances en directo, de las 1,600 canciones inéditas que esconde y la gira de 'Quadrophenia': "Dentro de mí hay un chaval punk que piensa que todo esto es una mierda". 
Por Brian Hiatt
Revista Rolling Stone


Townshend, a los 26 años, posando con su guitarra, en 1971. FOTO: Chris Morphet/Getty Images

Pete Townshend ha publicado recientemente Who I Am, una reveladora autobiografía de 500 páginas que ya se encuentra al nivel de las más míticas memorias del rock (de momento solo en inglés). El problema es que aún tiene mucho más que decir. Espera poder publicar algunas de las muchas páginas que descartó de los primeros borradores, puede que incluso en forma de una experiencia multimedia online. Para relajarse pasa de ir al spa: Mucho mejor pensar en la gira de Quadrophenia (por ahora con fechas únicamente en EE UU) junto a The Who. “Tengo ganas de salir a la carretera y descansar”, asegura Townshend (Londres, 1945), desde su suite del hotel Carlyle de Nueva York, equipada con un piano.

Hay muchos temas personales en este libro. ¿Sería un error afirmar que has perdido la vergüenza?
Estoy en un negocio donde te vendes por la puñetera libra. Antes de tomar la decisión de seguir con The Who, yo iba a la escuela de arte, quería ser artista. Y de verdad que desearía haber seguido por ahí, sobre todo si me pongo a pensar en el precio pagado por estar donde estamos. Durante ese proceso, he quedado muy expuesto. Yo lo he asumido pero, por ejemplo, mi exmujer preferiría que jamás hubiera escrito una canción. 

¿Y te ha dicho tu ex mujer algo sobre el libro?
¡No es asunto tuyo! [risas].

Tuviste que presionar al cantante de The Who, Roger Daltrey, para lanzar la gira de ‘Quadrophenia’. ¿Por qué es tan importante para ti?
No tengo muchas opciones ahora mismo. No sólo por mis problemas de oído, sino también porque algo sucede cuando estoy sobre el escenario. Y no me refiero a lo que pueda sentir Carlos Santana precisamente. Me convierto en una mezcla entre un bailarín idiota, Baryshnikov y un gran atleta. Es verdad que a veces mi guitarra suena demasiado alta, pero estos son los momentos que el público parece disfrutar más: una gran demostración física acompañada de una extraordinaria guitarra. Toco mucho mejor ahora que cuando era joven. 

Entonces, ¿cuál es el problema?
Tengo una rodilla chunga y el brazo prácticamente dislocado. Pero con Quadrophenia siento que no necesito hacer tantas tonterías, es mucho más contenido. Además, nunca voy a escribir algo para una banda de rock que sea mejor que Quadrophenia.

The Who es una de las muchas bandas legendarias del rock que sigue de gira a los sesenta y tantos. ¿Qué te habría parecido esto hace 30 años?
Creo que me habría impactado y me habría disgustado. De hecho, creo que probablemente me impacta y me disgusta. Dentro de mí hay un chaval punk que piensa que todo esto es una mierda. Siento más satisfacción en casa tocando que dando un gran concierto. Pero ahora vivimos en un puto siglo de impacto musical.

Mencionas mucho a Roger Waters en el libro. ¿Es ‘The Wall’ tan bueno como tus óperas rock?
Sin lugar a dudas, sí.

Aunque precisamente no termina con el tipo de himno rock espectacular que escribirías tú.
No me da vergüenza rezar sobre el escenario: El himno-rock nació de eso. Bono puede pensar que está movilizando a las tropas o algo así, pero es consciente del poder de congregación. Y Bruce Springsteen empezó a hacer himnos de cosas sencillas: “Vamos conduciendo por las calles de Nueva Jersey y ¡nos sentimos como Dios!”.

¿Qué provocó el declive del batería de The Who, Keith Moon?
Se dio cuenta de que iba a perder a su mujer –se había pasado toda su juventud preocupado de que le dejara por Rod Stewart o alguien. Y se medicaba. Creo que yo no estaría aquí hoy, si hubiera empezado a consumir cocaína antes. 

Hace diez años, contabas que tenías 1,600 piezas de música inédita.
Ahora tengo más.

¿Qué va a pasar con ese material?
¿A medida que se acerca el fin? Ya he hablado con la Biblioteca Británica y con el Hall of Fame. Yo no tengo ni el tiempo ni las ganas de deshacerme de la basura, y ahí hay verdaderas mierdas.

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