miércoles, 26 de diciembre de 2012

Thom Yorke y el funk

El cantante de Radiohead ultima el disco de Atoms for Peace, el grupo que comparte con Flea, de Red Hot Chili Peppers, y que fundó como “excusa para pasar el rato con un montón de gente genial”.



En la primavera de 2010 Thom Yorke creó un grupo, Atoms for Peace, para presentar su disco en solitario, The Eraser (2006), creado íntegramente mediante programaciones en su portátil. El plan era hacer unos pocos conciertos, pero Yorke se sorprendió de la química que compartía con sus nuevos compañeros, entre ellos Flea (Red Hot Chili Peppers) y el productor de Radiohead, Nigel Godrich. 

“Había buena dinámica, buen rollo”, dice Yorke, sentado con Godrich y el batería Joey Waronker en un hotel de Manhattan. “Pero la música que hago con mi portátil es tan angular que cuando hay personas interpretándola de esa manera queda algo muy peculiar”. Yorke inmediatamente reservó días en un estudio de Los Ángeles tras la gira: “Pensamos: ‘No sabemos qué carajo es esto, pero debemos ponerlo en limpio”.

Esas sesiones fueron la base del disco de debut de Atoms for Peace, AMOK (palabra que significa algo así como enloquecido, desbocado) que se publicará a principios de 2013. Sus nueve canciones, entre las que se encuentra el sencillo Default, lanzado el pasado mes de Septiembre, incluyen ritmos muy procesados obtenidos tras tres días de improvisación en el estudio y combinados minuciosamente con trucos digitales, que toman forma con las letras y melodías de Yorke, procedentes de lo que él describe como “un extraño y desesperado estado de ánimo”. “Esto es algo que nunca se había hecho antes, dada su génesis”, afirma Godrich: “Fue una especie de idea desarrollada al revés, del final al principio, además de un paso hacia lo desconocido”.

“Las máquinas informan totalmente la estética de lo que hacemos”, insiste Yorke, “pero cuando Flea está en un grupo, necesitas improvisar”.

Atoms for Peace no tienen planes concretos para presentar el disco -aún sin título-, pero Yorke espera que vuelvan a tocar juntos. “Es una excusa para pasar el rato con un montón de gente genial”, añade alegremente: “Los grupos tienen un componente muy social. Colin [Greenwood, bajista de Radiohead] lleva años dando la plasta con esto. pensé que era una tonteria”. Sonríe Yorke. “Pero tiene toda la razón”.

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