Meses después de que George Michael tuviera que suspender su gira Symphonica por una neumonía que casi acaba con su vida, el solista ha vuelto a subirse al escenario para concluir el tour. Y entre el público, unos invitados de excepción: el personal médico que le salvó.
El solista repartió unas mil invitaciones para que todos ellos pudieran asistir al directo que tuvo lugar el pasado 4 de Septiembre en Viena. "Aprovecho esta oportunidad para dar las gracias a una serie de personas sin las cuales nadie estaría hoy aquí. Es uno de los honores más importantes de mi vida cantar para los hombres y mujeres que me salvaron" dijo el vocalista durante el show.
La experiencia no solo le ha servido a George Michael para dar forma a su nueva canción, White Light, sino que ha cambiado su actitud ante la vida. "Ya no hago planes a largo plazo. Durante dos o tres semanas ni mi familia ni yo sabíamos si iba a sobrevivir. Así que no merece la pena perder el tiempo planeando el futuro porque no sabes lo que te vas a encontrar a la vuelta de la esquina".
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