El videoclip más estándar presenta a una banda tocando una canción con más o menos entrega ante la cámara. Pero siempre hay quien, por variar y tratando de ir más allá, opta por montar alguna locura con la ayuda de animalitos adorables.
[Los búfalos de U2 despeñándose desolados, desesperados, desahuciados]
Claro que en ocasiones no son animales precisamente adorables, sino inquietantes, evocadores, salvajes, fiesteros, cachondos o directamente peligrosos. Sea cual sea la actitud necesaria para hacer carne el mensaje de la canción, el objetivo final es crear una serie de imágenes que se aferren a los cerebros de los espectadores. Las cosas como son, algunos son inolvidables.
U2 – One: Este tema tiene hasta tres vídeos oficiales, pero nada mejor para expresar el profundo despecho amoroso que los búfalos corriendo incansables por una pradera y finalmente despeñados por un precipio. Como la vida misma.
Ok Go – White Knuckles: Si el nivel musical de esta banda fuera como el de sus videoclips serían los nuevos Beatles. En esta ocasión su loca propuesta se basa en un montón de perros amaestrados, que les siguen el juego con pasmosa facilidad.
Holy Fuck – Red Lights: Los gatitos son una de las más rentables y recurrentes obsesiones de internet, con bromas y fotomontajes de todo tipo. Holy Fuck sencillamente llegaron a lo sublime y cachondo con este grupo de felinos.
Outkast – Ms. Jackson: Perros y gatos compartiendo protagonismo moviendo la cabeza al ritmo de la música, mientras algún que otro búho se encarga de los coros. El resultado final es notable.
Björk – Triumph of a Heart: El cineasta Spike Jonze dirige esta inquietante y loca pieza en la que la islandesa termina bailoteando en el salón de su casa con un minino más alto que ella.
Weezer – Island In The Sun: De Nuevo Spike Jonze monta este bucólico y melodioso safari pop en el que nada puede ser más bucólico de lo que ya de por sí parece.
Best Coast – Crazy For You: Cuando el equipo técnico que rueda y graba un videoclip musical aporta su mirada felina, el resultado es algo así.
Moby – Dream About Me: ¡Y venga mininos por todas partes! La obsesión de los músicos con los gatos parece no tener fin y, de hecho, alcanza nuevas cotas gracias a este momento onírico de Moby.
Talk Talk – It's My Life: A ver quien es capaz de contar la cantidad de diferentes especies animales que desfilan durante los cuatro minutos de este clásico de los años ochenta.
The Black Keys – Next Girl: Vale, los dinosaurios se extinguieron hace millones de años, pero resulta complicado resistirse a los encantos de este bichejo resucitado para montarla en una piscina plagada de chicas en bikini. Ay tunante.
Coldplay – Paradise: No son elefantes de los grandotes de verdad, correcto, sino que se trata de Chris, Jonny, Guy y Will disfrazados. Los cuatro elefantes del perfecto himno de estadio.
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