Algunas bandas tienen una trayectoria que se alarga en el tiempo. Otras, en cambio, condensan su existencia en las fronteras curvilíneas de un LP solitario. Aquí van algunas de las formaciones cuya historia se resume a un único álbum.
Fuente: Rolling Stone
The Organ - Grab that gun (2004)
Ecos de The Cure y The Smiths resuenan en este quinteto canadiense de mujeres, sobre todo en la voz de Katie Sketch, la cantante, que nos evoca a un Morrissey en versión femenina. Una corta pero bien llevada trayectoria, con Grab that gun como resultado de esta unión fugaz y Brother como el sencillo más conocido, que además aparece en la segunda temporada de la serie The L Word y forma parte de su banda sonora.
Lo bueno, si breve, dos veces bueno, pero este LP con 11 temas nos deja un sabor amargo y la sensación de que el post-punk se perdió algo. La separación de la banda se produjo en 2006, aunque dos años más tarde sacaron un EP, Thieves, con 6 canciones. Por su parte, la guitarrista Deborah Cohen no se conformó con la disolución e inició un proyecto en solitario: Lovers love haters.
4 Non Blondes - Bigger, Better, Faster, More! (1992)
No, los componentes de esta banda no eran rubios. Lo que no sabemos es si tenían algo en contra de quienes sí lo eran. Cabelleras aparte, los californianos son conocidos sobre todo por su sencillo What’s up, frase que jamás aparece en los 4:55 minutos de canción. Según parece, la cambiaron porque la expresión predominante what’s going on estaba ya cogida como título de un tema y álbum de Marvin Gaye.
Cuentan con un único disco, Bigger, Better, Faster, More!, título que bien podría ser una broma de mal gusto por la efímera existencia de la formación. Además colaboraron en Encomium, disco homenaje a Led Zeppelin, con una versión de Misty Mountain Hop. El final de la banda se desencadenó porque su vocalista, Linda Perry, quería dedicarse a otros proyectos. Y así lo hizo, iniciando una carrera en solitario y trabajando años más tarde con Pink y Christina Aguilera, entre otros artistas.
Sex Pistols - Never mind the bollocks, here’s the Sex Pistols (1977)
Desde luego no eran los más brillantes musicalmente, pero sí los más ruidosos y gamberros. El cantante Johnny Rotten, Steve Jones a la guitarra, Paul Cook en la batería y al bajo Sid Vicious (que remplazó a Glen Matlock) han pasado a la historia como los culpables de desencadenar el punk en tierras británicas. Tres acordes que provocaron toda una revolución y un único disco en su corta existencia: Never mind the bollocks, here’s the Sex Pistols. Himnos como Anarchy in the UK y God save the Queen, temas míticos de la banda, escupen el desencanto que se respiraba en la Inglaterra de finales de los 70.
El punk había llegado para romper con todo, quizá porque todo estaba ya un poco roto. La banda solo aguantó un año más tras la salida de su único álbum, con rumores sobre los conflictos que generó entre sus integrantes la relación sentimental entre Vicious y Nancy Spungen. Ya lo dijo el bajista, representante por excelencia de la actitud del movimiento: “vive rápido, muere joven”. Él lo cumplió. Y el grupo, también.
New Radicals - Maybe you’ve been brainwashed too (1998)
Si a finales de los 90 ya tenías uso de razón y te castigabas con los éxitos machacones de las radiofórmulas, es muy probable que el tema principal de New Radicals te resulte de lo más familiar. La banda liderada por Gregg Alexander cuenta con un único álbum, Maybe you’ve been brainwashed too, cuyo tema You get what you give alcanzó la primera posición en las listas de popularidad. La polémica estaba servida porque al final de la canción se califica de falsos a Beck, Hanson,Courtney Love y Marilyn Manson. Todo ello enmarcado en el contexto de un centro comercial, lugar elegido para rodar el videoclip, mientras Alexander se pasea a sus anchas con sombrero playero, al tiempo que él y los suyos montan el caos. Muy noventero.
Mad Season - Above (1995)
Tres integrantes de campeonato: Mike McCready, guitarrista de Pearl Jam; Barrett Martin, batería de los Screaming Trees y John Baker Saunders, bajista de The Walkabouts, que quisieron alejarse del sonido de Seattle y cambiar el grunge en el que estaban inmersos por algo con referencias de blues y jazz. A esta triada le faltaba una voz, que sería Layne Staley, en aquella época líder de Alice In Chains.
Y así fue como este cuarteto, que toma su nombre de la estación del año en que los hongos alucinógenos están en período de recolección, sacó su primer y único álbum, Above, grabado en apenas un mes y medio. River of Deceit es la canción más popular, que incluso alcanzó la segunda posición en la Mainstream Rock Tracks, la lista de Billboard con las canciones de rock más escuchadas en radios comerciales. A pesar de ello, Mad Season no dio más de sí. Staley tuvo que abandonar la formación por su adicción a las drogas, y Saunders murió por una sobredosis de heroína, eliminando así cualquier posibilidad de continuidad de la banda, cuyos miembros además ya participaban en otros proyectos.
Blind Faith - Blind faith (1969)
Blind Faith y la fusión del rock y el blues. Entre sus filas encontramos a grandes figuras como Eric Clapton (The Yardbirds, Cream), Ginger Baker (Graham Bond Organisation, Cream), Steve Winwood (Spencer Davis Group, Traffic) y Ric Grech (Family). Esta banda londinense se gestó cuando Cream, formación donde en ese momento tocaba Clapton, daba sus últimos coletazos. Aquel al que llamaban God estaba cansado de actuar como intermediario entre sus otros dos compañeros, con continuas desavenencias, de manera que el trío se separó.
Y aquí entró en escena Blind Faith, una banda de duración ínfima (no cumplió ni su primer aniversario), que publicó un álbum de nombre homónimo cuya mayor controversia fue la portada del mismo. Una chica adolescente semidesnuda con una maqueta de un avión entre las manos, que sugería un objeto fálico, tuvo que ser modificada por una fotografía de la banda. Bob Seidemann, famoso por sus fotos de Janis Joplin y Grateful Dead, amigo personal además de Clapton, fue el culpable del escándalo.
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